LIon face
mayo 20th, 2017 by JM Aranda

Leones y vallas es un analisis  del debate candente que hay en estos ultimos años sobre la discutida caza de leones en Sudáfrica.

 

La protección de la fauna

 

El siglo XIX y la época dorada de los Safaris, en la que las extensiones infinitas de África estaban densamente pobladas de caza quedó atrás hace muchos años. Desgraciadamente este mundo se está llenando de gente, y África más rápidamente que otras zonas del globo; y estos nuevos millones de personas presionan a los ecosistemas roturando nuevas tierras, pastoreando o construyendo poblaciones donde antes no había nada. Caza vez quedan menos territorios vírgenes, alejados de la civilización, donde la fauna prospere sin intervención del hombre.

 

En este nuevo y complejo mundo en el que a la fauna de hoy le toca vivir, y a nosotros cazar, la protección de la Naturaleza y de la fauna es básica para su supervivencia. Ha habido y sigue habiendo distintos sistemas de gestionar la protección de la fauna:

 

  • El viejo sistema de que la fauna “no es de nadie”, porque los animales son libres, se ha comprobado como un mal sistema, ya que nadie se encarga de protegerla. En las áreas donde la fauna no tiene protección, pronto las poblaciones se ven seriamente mermadas por el furtivismo, la desaparición de su ecosistema, o la caza incontrolada.
  • El primer paso histórico en el conservacionismo de la fauna fue cuando se establecieron áreas de caza, que eran propiedad del Rey, modelo que se dio frecuentemente en Europa, como sistema para que el mismo Rey pudiese disfrutar en exclusiva de áreas de caza con mucha fauna, a costa de privar de esa caza a sus súbditos. Este fue el embrión de muchos de los Parques Nacionales de hoy en día.
  • Hay otra posibilidad, modelo utilizado en los Parques Nacionales modernos, que consideran que la fauna es propiedad del pueblo en su conjunto, y por lo tanto debe ser protegida por sus representantes, el Gobierno y sus funcionarios. Pero este sistema solo se ha demostrado realmente efectivo en África cuando se ha combinado con la propiedad pública del terreno, en los Parques Nacionales; y ha sido un fracaso en las áreas de propiedad privada.
  • Uno de los modelos más exitosos de gestión de la fauna en África ha sido el modelo Sudafricano, que consiste en que la propiedad de la fauna es del dueño de la tierra, igual que los árboles, las rocas y todo lo que hay sobre su propiedad. Este modelo gestiona el 70% del total de la fauna sudafricana, y es un ejemplo claro de una gestión que funciona bien, ya que el granjero propietario de la tierra, valla su propiedad y se encarga de cuidarla, gestionarla y protegerla.

 

Las vallas y la ética

 

La fauna en el s.XX ya no se mueve libremente por áreas infinitas, ya que en el mundo moderno, se ve limitada por los elementos naturales que siempre ha habido como ríos y accidentes geográficos, o por nuevos elementos artificiales, como autopistas, áreas urbanas o zonas agrícolas que limitan sus ecosistemas. Asi pues, la existencia de vallas que limiten su movimiento no deja de ser una nueva limitación, porque de hecho ya existían áreas más o menos “cerradas” por los elementos citados, donde los animales están viviendo como en “islas” en mayor o menor medida.

 

La caza ética implica que el animal cazado tenga oportunidad de huir del cazador, y que si el animal es capaz de detectar la amenaza y huye, pueda salvar su vida. Para que este hecho se dé, es imprescindible una extensión mínima del área de caza, ya que esa la que permitirá al animal que ha huido que difícilmente podrá volver a ser localizado inmediatamente para volver a cazarlo. Por suerte, la gran mayoría de las fincas en Sudáfrica son de extensiones grandes, de modo que los animales cuesta localizarlos, hay que rececharlos haciendo “las cosas bien” para tener éxito, y si nos detectan y huyen, habremos perdido nuestra oportunidad y tendremos que buscar otra nueva manada de animales para volver a repetir otro lance.

 

 

lioness

Leona con cria

La caza ética en un área vallada debería ser igual para la caza de leones u órix en Sudáfrica que para la de venados en Toledo; al fin y al cabo consiste en que pese a la existencia de vallas, el animal tenga oportunidad de escapar.  La existencia de vallas no debería más que garantizar, que en el área que vamos a cazar habrá las especies que buscamos y en la densidad deseada, cosa que nunca podremos saber con certeza en áreas abiertas.

Desgraciadamente con demasiada frecuencia ha habido picaresca en la organización de Safaris por parte de organizadores con pocos escrúpulos, y ha hecho que algunos sufridos cazadores hayan estado diez días dando vueltas en un pantanal infecto, en busca de unos pocos búfalos de los que no han llegado a ver más que algunas huellas en el barro en los diez días que allí han estado; pero esto no es exclusivo de África, ya que cualquier cazador español sabe tristemente de monterías en las que han pagado una fortuna por un puesto y luego no había animales en la mancha.

 

Leones en áreas valladas

 

Los leones son una de las especies más complicadas de hacer convivir con el ser humano. En cualquier área mínimamente habitada, la existencia de poblaciones de leones da lugar a frecuentes problemas con los nativos, las menos veces por ataques a personas, la mayoría de las veces por ataques a ganado o merodear en la cercanía de los poblados.

lion

Leon al atardecer

Esto suele acabar con la muerte de los leones… y a medio plazo con la desaparición de la población leones en el área.

 

Asi pues, las poblaciones de león solamente sobreviven en estado salvaje en áreas muy remotas o en los Parques Nacionales; en estas circunstancias, la posibilidad de que en fincas valladas haya poblaciones viables de león en manos privadas es una oportunidad de vida para muchos leones.

Obviamente los leones, para realizar una gestión ética de los mismos, deben vivir en un espacio lo bastante amplio para que el ecosistema, y las poblaciones de herbívoros que habitan en la granja sean capaces de sostener esa población de depredadores sin que los lleve a la extinción.

 

Lógicamente, en las fincas donde hay leones, cuando se cazan antílopes, se suelen dejar los cuerpos allí, para que la carne sea comida por los leones, y de ese modo estén alimentados unos días, y no cacen nuevos animales en los dos o tres días siguientes; evitando así el exceso de caza sobre las poblaciones de antílopes.

lioness

Caza de leona en Sudafrica

La gestión de fincas con leones es complicada, ya que cuando el macho dominante es cazado, el nuevo señor del harén suele matar a los cachorros para conseguir que las leonas entren de nuevo en celo en un periodo breve de tiempo; por esta razón, normalmente se mantienen unas cuantas leonas reproductoras en una área pequeña separada, allí ellas crían sus camadas, y cuando los leones jóvenes ya se independizan de sus madres (a los 12-18 meses de edad) se sueltan en el área general, donde se integran en la manada.

 

Los verdaderos cazadores deberíamos estar en desacuerdo con la caza “enlatada” de leones, si esa caza consiste en disparar a un animal que acaba de ser liberado o que se caza en un área muy pequeña donde el animal no tiene escapatoria. El cazador deberá sospechar de aquellos Outfitters que le llevan a un sitio donde solamente ven al león que tienen contratado, y no hay ni rastro de leonas ni de otros leones de otros tamaños, o de aquellos sitios donde no se ven restos de animales devorados en ningún sitio de la zona de caza; esos son signos inequívocos de un león que ha sido criado en una área cerrada y que acaba de ser liberado en la zona de caza, y ése es el único león suelto en toda la finca.

 

lion

Leon enfadado

Sin embargo la caza de leones en áreas valladas no ha de ser así forzosamente, se puede y se debe hacer de otra manera, ya que la caza sostenible de leones en áreas valladas es el único futuro que existe para que los leones sobrevivan fuera de los Parques Nacionales. Se pueden cazar leones en fincas grandes, donde mientras se va buscando el que a nosotros nos interesa veremos otros ejemplares, y podremos ver signos de que los leones han cazado, y que los leones viven en ese área de una manera natural aunque sea controlada.

 

Esta caza debe hacerse como la caza de cualquier otro antílope de los que cazamos habitualmente en nuestros Safaris. Debemos asegurarnos con la organización del Safari de que los leones están libres en el área de caza, que hay una población de leones que vive y caza allí de manera autónoma, y que la finca tiene la dimensión suficiente para sostener esa población y permitirnos una caza real que suponga un reto para nosotros y que permita que los leones tengan su posibilidad de huida, una oportunidad ética para sobrevivir.

 

 

LIon face

La cara del verdadero señor de Africa… el rey

La caza de leones en areas valladas no es la caza ideal que todos los cazadores desearíamos, pero no todo el mundo puede permitirse hacer un Safari de 21 dias en Tanzania, pagar unas tarifas diarias y unas tasas de abate escalofriantes; menos de 100 leones completamente libres se cazan cada año en todo el continente negro. Sin embargo cada año se cazan en Sudafrica más de 400 leones nacidos en cautividad, y por este medio muchos cazadores de todo el mundo pueden cumplir su sueño de tirar uno de los “big five”.

 

Lo que siempre debemos tener en cuenta los cazadores es lo siguiente, si no hay caza de león permitida en áreas valladas, ningún granjero va a mantener una manada de leones en su finca, que cada semana le van a matar un par de antílopes, y que nadie le pagará, ya que eso arruinaría su economía. En Sudafrica no hay ni un solo leon salvaje fuera de los Parques Nacionales, de modo que si esos leones manejados por fincas privadas desaparecen, las poblaciones de león se verán restringidas unicamente a los Parques Nacionales, y además su caza deportiva se convertirá en muy excepcional (porque apenas habrá permisos) y prohibitivamente cara.

 

Jose María Aranda

 

arandalaudo@gmail.com

 

 

 

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Plains game
mayo 19th, 2017 by JM Aranda

 

 

El Blesbok y su pariente cernano el Bontebok, son dos especies de antilopes tipicas del Sur de Africa. Este artículo intenta profundizar en el conocimiento de estas dos especies de antílopes, muy cercanamente emparentadas entre sí, y que forman parte de las listas habituales en cualquier safari de antílopes africano. Pretende dar unas cuantas ideas que ayuden al cazador que tiene planeado el cazar un buen trofeo de alguna de estas dos especies, facilitándole pistas que le ayuden a planear la caza, la selección del animal idóneo y el disparo sobre su trofeo.

 

Historia

 

Blesbok

Un blesbok cazado por Alejandro Martin cazado con 300 Win

El Blesbok (Damaliscus pygargus phillipsi) y el Bontebok (Damaliscus pygargus dorcas), son dos especies de antílopes íntimamente relacionados, ambos pertenecen al genero de los Damaliscos, ampliamente distribuido por África. Forman parte del amplio abanico de antílopes de talla media, habituados a vivir en las planicies herbáceas, y precisamente por su hábitat son muy sencillos de ver y localizar.

 

En el siglo XIX los granjeros los llevaron a ambos casi hasta su exterminio, en su afán por librar las áreas ganaderas de ningún tipo de animal salvaje que compitiese por los pastos con el ganado. Hacia 1900 solo quedaban pequeñas poblaciones aisladas de ambos antílopes, de unos 2100 blesboks y 27 bonteboks en estado salvaje.

 

Los esfuerzos que se realizaron posteriormente  a lo largo del s. XX por recuperar ambas especies han sido muy exitosos, ya que se trata de animales adaptables que prosperan bien en una amplia variedad de ecosistemas. Actualmente son especies frecuentes en cualquier granja de caza sudafricana, y el blesbok incluso es cazado por su carne, ya que se trata de una especie relativamente económica.

 

Colores

 

El Bontebok se caracteriza por tener unos colores tremendamente nítidos, ya que sus marcas blancas en cara y patas son de un color blanco níveo, y su lomo es de un color castaño oscuro, los africanos dicen que en el bontebok el blanco es más blanco y el marrón es más marrón”.

 

Blesbok cazado por Sr Campillo en Sudáfrica

Blesbok cazado por Sr Campillo en Sudáfrica

Realmente quien caza un bontebok busca su piel con intensos colores definidos, ya que en un trofeo montado de pecho es donde se aprecian todos esos detalles, rasgos que no se aprecian en sus cuernos.

 

El Bontebok es un antílope caro, y mucho menos frecuente que el Blesbok; por su estatus de especie amenazada las granjas que pretenden criarlo están todas registradas. Además los propietarios que quieren criar bontebok tienen prohibido por la Normativa del Departamento de Nature Conservation el mantener Blesboks en la misma finca para evitar las indeseables hibridaciones, ya que al ser especies tan próximas ambas pueden cruzarse entre si e incluso producir hibridos fértiles.

 

White Blesbok

Trofeo medalla de oro 16,5 pulgadas cazado en Spitskop Safaris por Sr. Hernandez

El Blesbok tiene dos colores diferentes del normal, el blesbok blanco y el dorado, que son fruto de mutaciones genéticas que en un momento dado se dieron de manera natural, y que posteriormente se han cruzado entre si para fijar ese gen de color atípico. El blesbok blanco es un animal albino, que se caracteriza por unos cuernos color marfil, y el blesbok dorado es muy poco frecuente y presenta una capa color canela en todo el lomo.

 

Todas las diferentes variaciones de color son valoradas en Rowland Ward como Blesbok, aunque cuando se trata de colores atípicos (blanco y dorado) se hace mención del mismo en la entrada correspondiente; sin embargo Safari Club Internacional si que reconoce el Blesbok blanco con una clasificación independiente en su libro de récords.

 

Dimorfismo sexual

 

Blesbok Female

Blesbok Hembra trofeo de 17 pulgadas , medalla de Oro. Cazado por el autor en Rooipan Farm – Kimberley

Esta especie tiene la particularidad de que las hembras tienen cuernos de buen tamaño, no así como otras especies de antílopes en las que las hembras no tienen cuernos (impala, waterbuck o kudu) o son de un tamaño y grosor considerablemente menor (springboks o elands).  Machos y hembras tienen un tamaño similar, de modo que el cazador debe tener especial cuidado para asegurarse de tirar un macho, cuando lo que persigue es un buen trofeo.

 

El cazador habrá de fijarse en algunos detalles a la horade identificar un macho de blesbok:

  • cuernos generalmente más gruesos
  • la parte delantera de los cuernos tiene los anillos como “desgastados” y en esa zona los anillos son de un color más claro.
  • los machos suelen llevar unas marcas amarillentas en la zona blanca de la cara, segregado en unas glándulas que tiene delante del ojo.
  • los machos escarban en el suelo, y de ese modo marcan con el olor que segregan sus glándulas de la cara, y eso hace que con frecuencia lleven barro en la cara y cuernos.
  • funda del pene, en la zona baja del abdomen. Este rasgo es completamente seguro, pero no siempre es visible si hay hierba alta.

 

Diferencias entre Blesbok y Bontebok

 

Aunque de aspecto muy similar en un primer vistazo, el ojo acostumbrado a ver estos animales pronto es capaz de diferenciar los rasgos característicos de cada una de las dos especies.

 

Blesbok Bontebok
Cuernos Anillos claros por delante

Los anillos no son completos por detrás

Cuernos completamente negros

Anillos completos

Marcas de la cara La mancha blanca suele estar partida en dos, por una zona marrón sobre los ojos. No es una regla fija.

Marcas amarillentas en el morro por las glándulas preorbitales.

La mancha blanca suele ser continua de arriba abajo. No es una regla fija.

No se ven marcas amarillentas, sino que el morro es completamente blanco.

Color Capa marrón hasta marrón rojizo Capa de un intenso color chocolate
Patas Color más claro que el cuerpo Completamente blancas
Panza La zona blanca de la panza no es muy grande La panza tiene una gran zona completamente blanca
Ancas Ligeramente más claro que el cuerpo alrededor de la cola Gran mancha blanca  nieve alrededor de la cola
Tamaño Algo mayor que el bontebok Algo menor que el blesbok

 

Una de las marcas más fácilmente visibles para el cazador desde la distancia es que los blesbok suelen tener la mancha blanca de la cara partida en dos, mientras que los bontebok suelen tenerla continua desde arriba hasta abajo, pero este rasgo es frecuente pero no es una regla fija, por lo que nos sirve como orientación pero no es definitivo.

 

Juzgando un buen trofeo

 

Bontebok

Bontebok cazado en Sudáfrica por el Sr Rodriguez

Cuando recechamos un grupo de blesboks o bonteboks, normalmente no tenemos demasiada cobertura para una aproximación, ya que es un animal que gusta de  pastar en espacios abiertos. Es frecuente que tengamos que juzgar el trofeo desde una distancia considerable, y decidir si el animal es lo que nosotros estamos buscando antes de iniciar la aproximación.

 

Este animal tiene una vista muy aguda, y al se un animal gregario que siempre vive en grupo la manada rápidamente se pone alerta ante cualquier amenaza posible, aunque sea detectada a bastante distancia. Una vez detectados los cazadores por la manada, será muy difícil que el cazador se acerque por debajo de la “distancia de seguridad” porque la manada emprenderá la huida. Si los animales no han sido presionados en exceso por otros cazadores recientemente, lo normal es que los blesboks te permitan acercamientos hasta distancias de unos 250 metros antes de iniciar la huida de la manada, y los bonteboks, que tienen mucha menos presión cinegética habitualmente, suelen permitirte acercarte hasta los 180 metros aproximadamente, aunque lógicamente esta es una regla solo orientativa.

 

Hay dos métodos para valorar desde lejos la longitud de un blesbok o bontebok:

  • la longitud de las orejas comparada con las puntas de los cuernos. La parte anillada del cuerno siempre suele medir 12’ (no menos de 11’ ni más de 13’); y las orejas miden habitualmente unas 6’, de modo que si la parte no anillada del cuerno tiene la longitud de media oreja tendremos un animal de 15 pulgadas
  • longitud de los cuernos comparada con la longitud de la cabeza. Si los cuernos nos parecen similares al tamaño de la cabeza estaremos frente a un animal con un trofeo en torno a 15,5’, si los cuernos parecen más largos que la cabeza estaremos ante un trofeo de 16’ a 17’, si son mucho más largos que la longitud de la cabeza estaremos en un monstruo de 17,5’ o más.
  • como pista adicional, hay que intentar ver el trofeo desde el lateral antes de decidirnos si lo vamos a disparar, ya que por regla general, los cuernos con forma de S acusada siempre dan mayor medición que los más rectos.

 

Hay que recordar que para Rowland Ward, el tamaño mínimo para entrar en el Libro de Récords es 16,5’ y el record absoluto es de 20,5’. Para el SCI, que usa el sistema de medición de longitud de ambos cuernos más grosor en la base de los mismos (método de medición numero 1 del SCI), el mínimo son 39’ y el record 56.5’

 

Ram

Blesbok macho

En cualquier caso, una manada de blesbok o bonteboks siempre presenta para el cazador deportivo el mismo problema que todos los animales gregarios. Después de una dificultosa aproximación (quizás incluso arrastrándonos entre la hierba) llegamos a una minima cobertura (roca, arbusto, termitero…) que nos permita ocultarnos de su aguda vista y conseguimos una buena posición de disparo a una distancia razonable.

Nuestro PH comienza a escudriñar el grupo con sus prismáticos mientras nosotros buscamos una posición confortable y estable de tiro. Cuando el PH te dice el macho bueno es el sexto por la derecha, tu te pones a buscarlo con tu visor, y mientras vas contando, una hembra se ha cruzado delante y no se le puede tirar, luego tiene una cría detrás, y no se puede tirar, luego se mezcla con otros dos y no se ve bien cual es… y al final… una hembra se queda mirando tu arbusto… duda un momento… y se echa a correr con ese trote bamboleante… se lleva a todo el grupo a dos kilómetros de distancia… y vuelta a empezar.

Recechar animales gregarios, en manadas con docenas de ojos, y en las que siempre hay animales vigilando… es un bonito reto para el cazador, que puede llegar a tener que sufrir mucho para tumbar el blesbok que desea.

 

Si usted va a cazar blesbok, ¿que es lo que puede esperar traerse a España? Lo normal es cazar un ejemplar adulto, en torno a 15’; cualquier animal por encima de 17’ es un excelente trofeo (entra en RW y es un oro SCI), y si usted tiene la suerte de cazar un animal en el entorno de 17,5’ tiene un monstruo y difícilmente cazara otro así en su vida.

 

Plains game

Un animal que habita siempre en la llanura.

En el caso de que usted vaya a cazar un bontebok, especie mucho menos frecuente, y del que hay menos posibilidad de elegir que macho cazar… usted simplemente intentara abatir el mayor de los que haya en donde esté cazando. Cualquier macho adulto con longitud superior a 13’  es un trofeo representativo; machos de 14’ se consideran buenos; y cualquier trofeo mayor de 14,5’ es muy difícil de encontrar.

 

Pero en cualquier caso, siempre recuerde lo siguiente. Este animal que usted va a tirar es “su trofeo”, así que usted debe estar seguro que es el animal que a usted le gusta, ya que luego estará durante mucho tiempo en su sala de trofeos recordándole ese momento. Asimismo asegúrese de que lo caza del modo en que a usted le gusta cazar, ya que cuando lo vea, recordará como lo tiró, las circunstancias en que lo hizo y lo que le hizo sufrir para conseguirlo… y eso solo lo sabrá usted.

Calibres adecuados

 

El blesbok y el bontebok son animales de llanura, que suelen pastar en espacios abiertos, por lo que debemos estar preparados para realizar tiros largos, casi siempre por encima de los 200 metros, y con frecuencia bastante más por carecer de posibilidad de acercarnos más sin ser descubiertos por la manada. Conviene recordar siempre que cuando se tira a larga distancia es básico que el animal esté parado, porque aunque se este moviendo al paso, es frecuente hacer disparos traseros, que impactaran en las tripas del animal, nos obligaran a pistearlo, y nos pueden complicar mucho la cacería.

 

 

Blesbok group

Grupo de blesbok en su habitat favorito, la llanura

Los rifles que tiran tenso y regulados con el cero a 200 metros son una buena opción para este tipo de caza de llanura, ya que nos evitan tener que corregir demasiado cuando estamos apuntando al animal. Yo recomiendo calibres desde el 308 Win para arriba, y los short magnum que tan de moda están en los últimos años son una buena opción para esta caza.

 

Estamos hablando de un antílope de unos 70 kilos, de modo que necesitamos cierta capacidad de penetración a la hora de elegir el proyectil. Buscaremos proyectiles en que la camisa vaya soldada al núcleo, y con buen coeficiente balístico. Es un animal sorprendentemente duro, y aun herido hace esfuerzos increíbles por seguir a su manada, y desgraciadamente, por las distancias a las que se le tira, es habitual que la colocación del disparo no sea todo lo perfecta que el cazador desease; así pues una vez alcanzado, el cazador debe repetir el disparo rápidamente si el animal no está en el suelo, para evitar que salga huyendo tras la manada.

 

Conclusión

 

Blesbok

Blesbok macho

El blesbok es una elección habitual en casi todos los safaris de antílopes, es un trofeo de talla media, y es económico. No es una especie difícil de conseguir, de modo que debemos intentar “hacer las cosas bien”, cacémoslo a pie, entrémosle a la manada hasta conseguir una buena oportunidad de disparo, valoremos los ejemplares que tenemos delante y elijamos un buen macho. Si no encontramos en la manada el macho que buscamos dejémoslo correr, y hagamos saber al PH que buscamos un trofeo mayor. Hay muchos blesboks en todas las fincas, de modo que no hay que correr en tirar el primero que se nos ponga a tiro.

 

El blesbok blanco, la variedad albina del blesbok, es bastante común y también tiene un precio económico. Tiene la particularidad de que los cuernos tienen un bonito color marfil, que destacan mucho incluso en trofeos realizados únicamente de cráneo.

 

 

Blesbok dorado, un trofeo completamente exclusivo

El blesbok dorado, muy raro y difícil de encontrar, es también un animal exclusivamente buscado por los coleccionistas de especies. Normalmente es el último que cazan aquellos cazadores que desean tener en su sala de trofeos el “Blesbok Grand Slam”, que supone el tener tres trofeos medallables de las tres variedades cromáticas de blesbok (normal, blanco y dorado).

 

El bontebok es un animal exclusivo, que por su rareza o por sus intensos coloridos justifica su caza como animal de colección, solamente cuando el cazador vaya a realizar una naturalización de pecho del trofeo conseguido. Recordemos que la existencia actual del bontebok se debe a la caza y a los cazadores de safaris, ya que después de llevarlo los granjeros hasta prácticamente la extinción, han sido las granjas de caza sudafricanas, las que lo recuperaron y lo han llevado a los niveles de hoy en día. Si usted algún día tira un bontebok, debe recordar que usted y los cazadores que le precedieron son quienes han hecho posible que este precioso animal siga hoy pastando en África.

 

Nos vemos cazando en Africa

Jose Maria Aranda

arandalaudo@gmail.com

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bull
mayo 19th, 2017 by JM Aranda

The waterbuck is highly agressive among the bulls in the same area, so they frecuently die because of the wounds.

 

 

Waterbuck bulls fight fiercely

 

 

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mayo 18th, 2017 by JM Aranda

 

La Gacela de Grant (Nanger granti) es quizás la más majestuosa e imponente de todas las especies de gacela del continente Africano. Su majestuosa cornamenta anillada en forma de lira y su hermosa capa color avellana son un ansiado trofeo que no demasiados safaristas pueden conseguir.

Debe su nombre al explorador y naturalista escoces James Augustus Grant, que recorrió la parte oriental de todo el África Ecuatorial, que fue quien la descubrió para el mundo occidental y le dio su nombre, en el s. XIX.

 

Distribución geográfica y hábitat

Esta gacela es endémica del África Oriental, sólo se la encuentra en llanuras herbáceas y territorios áridos y semidesérticos, fundamentalmente en los países de Kenya, Etiopia y Tanzania.

Gacela de Grant

Dos hermosas gacelas de Grant

Como en Kenya no está permitida la caza deportiva, básicamente es una especie que el cazador internacional básicamente solo puede conseguir en los Safaris deportivos que se realizan en Tanzania.

Su hábitat preferido con las llanuras con vegetación baja, donde el animal se siente seguro de que ningún depredador se puede acercar a las manadas de gacelas sin ser detectado. Sus mayores defensas son una aguda vista y una gran velocidad, por lo que las gacelas prefieren aquellos terrenos abiertos de vegetación que no permita la ocultación de sus potenciales enemigos. Las Gacelas de Grant pueden correr realmente deprisa, ya que alcanzan los 80 Km/h, aunque los grandes machos, más pesados, no son tan rápidos.

 

Biología y comportamiento

Es una gacela de gran tamaño, mucho mayor que el resto de especies de gacelas, y puede presumir de portar uno de los mejores trofeos que se pueden encontrar en el mundo de las gacelas africanas. Los grandes machos portan impresionantes trofeos entre 50-80 centímetros, de cuerna negra fuertemente anillada.

Gacela de Grant

Macho echado

La gacela de Grant está bastante bien adaptada a la vida en terrenos áridos, es capaz de subsistir largos periodos de tiempo sin beber, consiguiendo la humedad que su cuerpo necesita de la vegetación  de la que se alimenta. Esta capacidad le convierte en poco dependiente de los puntos de agua, y le permite vivir en áreas con escaso acceso a pozas o cursos permanentes de agua.

Esta adaptación le permite poder pastar en terrenos donde la competencia por el alimento con otros herbívoros es escasa, ya que muchas otras especies no pueden subsistir en este tipo de territorios áridos. Cuando otras especies han de iniciar la migración detrás del agua, cuando acaban las ultimas  lluvias porque el terreno se vuelve seco y árido; las manadas de Gacelas de Grant se quedan y siguen pastando en las llanuras secas sin competencia por parte de otras especies, porque no dependen de beber en los ya secos puntos de agua, y consiguen la poca humedad que precisan de las plantas.

 

Gacela de Grant

Es una gacela de gran tamaño comparada con otras especies

Curiosamente es un animal que se alimenta tanto de pasto herbáceo como de ramoneo en los arbustos, lo que también nos muestra su adaptabilidad al entorno, consiguiendo aprovechar todos los recursos que su hábitat le ofrece en cada una de las épocas del año. Es un autentico superviviente, que prospera  con éxito en entornos hostiles.

Sus mayores depredadores son los guepardos, aunque en muchas zonas los guepardos prefieren atacar a las delicadas Gacelas Thompson, de menor tamaño, que son presas menos peleonas que las grandes Gacelas de Grant. También tienen un enemigo importante en los chacales, que depredan sobre las crías fundamentalmente, porque no son capaces de enfrentarse a los ejemplares adultos.

 

Caza

Esta es una especie de coleccionistas, porque por diversas circunstancias no es un animal fácil de conseguir. Por la distribución geográfica de la especie, solamente se puede conseguir en Kenya y en Tanzania, y como bien sabemos la caza deportiva está prohibida en todo el país de Kenya desde los años 70.

 

Gacela de Grant

Un trofeo fabuloso de gacela de Grant

Desgraciadamente, las inmensas manadas que en el pasado pastaban en Kenya han sido ferozmente diezmadas por los furtivos en la inmensa matanza de animales que ha habido en los últimos 40 años, desde que no hay caza ni cazadores que controlen y protejan la fauna. Actualmente los cazadores solo pueden acceder a conseguir esta especie en Tanzania.

Pero curiosamente, esta gacela no vive en Selous, la zona que visitan el 90% de los cazadores que visitan Tanzania en busca de sus inmensas manadas de búfalos cafre. Así pues si un cazador quiere conseguir esta gacela, ha de viajar al Norte de Tanzania, a la zona de Masailand, donde la densidad de búfalos es mucho menor. Esto hace que pocos sean los cazadores que invierten parte del tiempo de su safari en intentar conseguir esta hermosa gacela.

 

Gacela de Grant

Es una de las gacelas más buscadas por la espectacularidad de su trofeo

Cazar en Tanzania es relativamente caro, hay que pagar una licencia de caza de 7 días para acceder a un búfalo, y en esta licencia tienes derecho a tirar una gacela Thompson y una Gacela Grant. Las tasas de abate son relativamente baratas (entre 300 y 450 USD) pero ya has tenido que pagar una licencia de 7 días muy cara, y unos daily rates elevados.

Se cazan en terrenos abiertos, y difícilmente nos van a permitir acercarnos de modo que debemos estar preparados para tirar relativamente largo, con un rifle de calibre medio, con buena rasante y equipado con un buen visor, que nos de seguridad en tiros por encima de los 200 metros. Los calibres de 7mm o .30 con buena rasante son una opción excelente, para realizar este trabajo, pero deberemos elegir un buen proyectil, de buena calidad, semiduro, que nos garantice penetración, y deberemos evitar las balas de punta de plástico, extra-blanda, que tan buen resultado nos dan en Europa, pero que no suelen funcionar tan bien sobre la fauna africana.

 

Gacela de Grant

Pelea de machos

En ocasiones los safaristas que realizan un Safari de Colección, pagarán una licencia de 21 dias en Tanzania, que les permitirá tirar su bufalo, y posteriormente viajar al Norte del país, en busca de cuatro especies realmente complicadas de conseguir, como son la gacela de Grant, la pequeña Gacela de Thompson, el Gerenuk y el huidizo Lesser Kudu. Todos ellos animales para “coleccionistas”

Gazelle

Gacela macho Grant

Vale la pena mencionar que la carne de la gacela de Grant es muy apreciada en los países en los que está presente, de modo que los nativos también la cazan de manera regular para conseguir su carne. Además por su tamaño, una sola gacela es capaz de alimentar a dos o tres familias durante toda una semana.

Como otros animales de planicie, estos animales que basan su estrategia de supervivencia en mantener la distancia de seguridad con sus depredadores, pero que se mantienen en campo abierto sin esconderse, perdieron gran parte de sus defensas desde que aparecieron las armas de fuego en Africa.

 

Conclusiones

Esta es una especie imponente, una gacela enorme con un trofeo espectacular, que sin duda luce en cualquier sala de trofeos. Sin embargo, pese a ser un animal hermosísimo y con un precio muy asequible, por las circunstancias socio/políticas de su área de distribución, es relativamente complicada de conseguir, y son pocos cazadores quienes la tienen entre sus trofeos africanos.

 

Nos vemos cazando en Africa

Jose Maria Aranda – arandalaudogmail.com

 

Gacela de Grant

Preciosa imagen de una gacela de Grant

 

 

 

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Blue Duiker
mayo 17th, 2017 by JM Aranda
  • Introducción Duiker Azul

 

Este diminuto antílope pigmeo es uno de los más pequeños trofeos de caza mayor que podemos conseguir en el continente Africano. Pero no por pequeño es ni más sencillo ni menos excitante que cazar el más grande y hermoso de los antílopes de la sabana.

La caza de los pequeños antílopes pigmeos tiene un estilo diferente, menos trofeista, quizás tiene algo de coleccionismo… no estoy seguro de que es, pero el caso es que engancha a los cazadores.

Blue Duiker

Cara del Blue Duiker

La caza de los “10 Pequeños” (los “Tiny Ten” en inglés) se ha convertido en un bonito reto para muchos safaristas, opuesta a los exclusivos y caros “Cinco Grandes”.

El completar la colección de los antílopes pigmeos se convierte en una complicada tarea que obliga al cazador que pretende completarla a recorrer tras ellos una buena parte de África.

 

 

  • Biología

 

El Duiker Azul (Philantomba montícola) es un antílope pigmeo que habita zonas boscosas, y que pasa completamente desapercibido en aquellas zonas donde habita, por ser un animal tímido y discreto. Se alimenta de brotes tiernos, frutos caídos de los arboles, flores, y ocasionalmente incluso algunos insectos y huevos también entran en su dieta (es por ello uno de los pocos antílopes que tiene una dieta omnívora).

Blue Duiker

Duiker Azul en las montañas del Eastern Cape Sudafricano

Su tamaño es asombroso, ya que con sus 30-35 cm a la cruz, y sus escasos 4 kilos de peso, cualquiera diría que un gato domestico europeo o una liebre es más grande que este pequeño y curioso herbívoro.

 

Su color es de un gris azulado, que le da nombre, y tienen una pequeña cresta de pelo en lo alto del cráneo; la zona del abdomen y el interior de las patas es de un tono blanco sucio. Ambos sexos tienen cuernos (las hembras no siempre) que son normalmente cortos (entre 2 y 10 cm).

 

  • Área de distribución

 

El Duiker Azul habita toda la zona boscosa tropical del África Ecuatorial, en donde su pequeño tamaño le da una tremenda ventaja para desenvolverse por el suelo de la intrincada vegetación de la jungla, mientras que sus depredadores tienen muchas dificultades para moverse deprisa.

Blue Duiker

Es esencialmente nocturno

En las zonas en las que habita suele desarrollar poblaciones saneadas, ya que requiere de territorios muy pequeños (que defiende con fiereza de sus congéneres) lo que permite poblaciones elevadas con densidades de hasta 80 duikers por kilómetro cuadrado.

 

Aparte de la amplia zona de distrubición que ocupa todo el Africa Ecuatorial, hay dos zonas donde habita que están completamente desconectadas del resto, y están ecológicamente aisladas y vale la pena mencionar. Hay una sana colonia ampliamente distribuida en las zonas húmedas de la desembocadura del Zambeze en Mozambique; y una segunda colonia en la costa Sur de Sudáfrica (provincias de Eastern Cape y Kwazulu Natal), zonas muy húmedas y con vegetación densa que permite prosperar a este pequeño antílope.

 

 

  • Su caza

 

La caza del duiker azul no es sencilla, ya que rara vez se da por azar como ocurre con otras especies en África. Sus hábitos fundamentalmente nocturnos, así como su comportamiento tímido hacen que sea un animal complicado de conseguir si no lo buscamos específicamente.

Blue Duiker

Sr Moreno con un Duiker Azul cazado con escopeta

En las selvas de Centroáfrica, donde es una especie común, se le caza fundamentalmente mediante trampas y lazos, ya que los nativos lo incorporan frecuentemente a su dieta. Es frecuente ver a cualquier nativo junto a una carretera, que oferta a los conductores por unas pocas monedas un duiker recién cazado para la cena.

 

Pero si lo que pretendemos es cazarlo con armas de fuego, como suele ser la intención que tenemos nosotros como cazadores deportivos, la cosa se complica bastante. El método habitual es situarse en un clarito, en mitad de una zona espesa donde sabemos que hay población de duikers, y realizar una especie de mini batida con tres o cuatro perros que obliguen a moverse a los duikers.

 

Blue Duiker

Foto de camara de Fototrampeo

Si hay suerte el animal en algún momento cruzara como una flecha nuestro pequeño claro, y si estamos rápidos seremos capaces de hacernos con él. Dado su pequeño tamaño pasa como con los conejos, que da lo mismo el no apuntar con mucha exactitud, si lo alcanzamos en cualquier lugar de su pequeño cuerpo con algunos perdigones detendremos su carrera, y podremos repetir el disparo o lo engancharan los perros.

 

Cuando cazamos duikers azules, hay que tener una cosa ya asumida, y es que cualquier duiker azul nos va a valer. No podemos plantearnos el poder elegir que tenga un buen trofeo, y con frecuencia ni siquiera será macho. Es una caza tan intuitiva y tan rápida… que seremos muy afortunados cuando nos veamos con nuestro pequeño antílope en las manos. Si además nos ha tocado la lotería y el animal abatido es un macho con cuernecillos de 8-10 centímetros… pues miel sobre hojuelas.

 

 

  • Calibres adecuados

 

Estamos hablando de un animal que frecuentemente es más pequeño que una liebre o un gato domestico; de modo que cualquier arma con la que seamos capaces de disparar con soltura será suficiente. Cuanto menor sea el calibre que usemos, menos daños causaremos a la piel del animal, idealmente cualquier calibre tipo 22 lr. o 22 magnum serian perfectos para esta tarea.

 

Blue Duiker

Aqui se aprecia el realmente pequeño tamaño del animal.

El mayor problema es que si usamos un arma demasiado potente puede ser que destroce nuestro delicado trofeo. Para evitar esto, hay quienes usan rifles de caza mayor equipados con munición blindada (FMJ), que no expande nada y hace una herida de salida muy pequeña, de modo que minimizan los daños.

La segunda opción, muy utilizada y totalmente recomendable es el uso de escopetas, ya que cuando lo cazamos y realizamos un disparo rápido a tenazón los perdigones nos facilitarán el poder alcanzar al duiker en su carrera y harán menos daño a la delicada piel del animal que una bala.

 

  • Conclusión

 

El delicado Duiker Azul, es una especie que llama la atención en cualquier sala de trofeos, porque su tamaño es tan pequeño que parece mentira que un antílope pueda tener solamente ese minúsculo tamaño. Si visita una zona donde esta especie este presente aproveche la oportunidad y no dude en incluir este duiker entre su lista de animales a cazar, ya que no está disponible en la mayoría de las zonas habituales de Safaris.

 

Si tiene oportunidad y la piel no ha resultado dañada en exceso, no dude en hacer la taxidermia del animal completo, rodeado de un pequeño hábitat, ya que no es demasiado cara, y es un modo de poder disfrutar plenamente de este curioso animal. Eso sí, al ser una especie poco frecuente y tener un cuero fino y delicado, mejor asegurese de que el taxidermista al que se lo encargue haya naturalizado antes varios animales de esta especie… ya que a ninguno nos gusta que “aprendan” con el nuestro.

 

Eso sí, esté preparado para que si recibe alguna visita en su casa de amigos que no están acostumbrados a la caza, le critiquen que haya sido usted capaz de matar una cría de antílope, y que a usted le toque explicar que se trate de un duiker viejísimo, y puediera ser record del mundo… Eso nos ha pasado ya a todos.

 

Nos vemos cazando en África

 

José María Aranda

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Facochero
mayo 16th, 2017 by JM Aranda

INTRODUCCION SAFARI “LOW COST”

Este  año de crisis mi amigo Jose María Aranda y yo estábamos planteándonos si podríamos irnos de Safari, con la maldita crisis a nadie le van las cosas como le iban en años anteriores, y la caza siempre es un gasto que podemos recortar (por mucho que nos duela hacerlo).

Northern cape

De vuelta a los paisajes aridos del Northern Cape en Sudafrica

No pintaba demasiado bien, y ya estábamos pensando en dejarlo para el año que viene, cuando “lo peor de la tormenta” fuera pasando. Sin embargo, en una tarde de charla de cazadores (de esas que nos encanta contar nuestras mentiras), decidimos que podíamos hacer un Safari de Antílopes, sin ninguna excentricidad, y que eso podíamos organizarlo con un presupuesto “low cost” acorde a las circunstancias económicas del momento.

La decisión del país era clara para nosotros, Sudáfrica era el destino con daily rates más bajos, y además hay vuelo directo de Iberia, de modo que solo hay que pagar un billete de avión. Los vuelos de Iberia se encarecen desde primeros de Julio, y se consideran temporada baja hasta Junio, de modo que nos teníamos que ir forzosamente en Junio con los billetes más económicos. Por otro lado Junio es un mes fantástico, fresco, sin mosquitos, con días agradables para cazar y noches para dormir con manta… una delicia.

Cold

Mucho frio por las mañanas en Agoso

Así que decidimos quitarnos una montería y un rececho aquí en España durante este año, ahorrar ese dinero, y prácticamente con eso ya tendríamos pagado un safari modesto en África.

Nosotros teníamos muy claro que independientemente de los animales a cazar, una Safari es una semana de vacaciones cazando en África, y eso siempre es una experiencia inolvidable, aunque este año el presupuesto que llevábamos fuese más ajustado. Los amaneceres serían tan increíbles como siempre, el trato sería tan bueno como siempre y los lances serían tan emocionantes como lo han sido siempre… de modo que con toda la ilusión del mundo nos pusimos a preparar nuestro Safari “Low Cost” del 2011.

 

 

 

ESPECIES, RIFLES Y CALIBRES

Decidimos irnos con Spitskop Safaris http://www.spitskopsafaris.com/, en Kimberley (Sudáfrica); esta empresa con la que ya habíamos cazado en alguna ocasión anterior  y que era una apuesta segura para nosotros, ya que sabíamos que allí no nos íbamos a equivocar y que el éxito estaba asegurado por la profesionalidad de su gente y la calidad de sus fincas de caza.

Facochero

El primero nada mas llegar… la primera tarde

Por la experiencia de otros años sabemos que tiene unos daily rates muy ajustados a los precios del mercado, y que sus animales están a precios imbatibles en el mercado, cosa muy a valorar cuando preparas un safari con un presupuesto ajustado. Pero seamos realistas, uno de los motivos de más peso que nos hacían desear regresar allí era el solomillo de eland con setas que prepara Runelle Barnard, la madre de Adam Barnard, el propietario de la finca.

Para controlar el gasto final y ajustarnos al presupuesto que nos habíamos marcado teníamos claro que nosotros cazaríamos en 2×1, de modo que aunque compartiríamos las oportunidades y seguro que nos veríamos obligados  a tirar menos animales, disfrutaríamos de los lances de ambos.

gnu

Ñu azul

Cada uno de nosotros tenía sus preferencias particulares en cuanto a las especies a abatir, y sobre gustos no hay nada escrito. En cualquier caso, el plan que nos trazábamos todos era cazar un antílope de los de precio más alto (a elegir eland, kudu o waterbuck), otro de los de pecio medio (órix, ñu azul o ñu negro), y unos cuantos de los de precios económicos (duikers, facocheros, springboks, blesboks…). Así conseguiríamos armar una lista compensada, que nos permitiese pegar tiros, y que no se disparase de precio.

Obviamente no estamos para hacer excesos, de modo que íbamos a llevarnos armamento de lo que ya teníamos en el armero, sin novedades ni gastos innecesarios. Al final fue un 375 H&H a compartir para tirar ambos los bichos más grandes (no conviene ir nunca subcalibrado a África) y dos rifles del 300 WM que son muy polivalentes para la caza de todo tipo de antílopes.

ammo

Bala Sellier Belliot EXERGY

En cuanto a la munición, llevábamos la nueva bala EXERGY de Seller Belliot, una excelente opción calidad precio que queríamos probar y que nos sorprendió gratamente. Se trata de un proyectil sin plomo, construido completamente de cobre, con punta hueca y el extremo de metal blando que facilita la expansión inmediata.

La penetración nos sorprendió mucho, ya que incluso tiramos un ñu azul de pecho, y encontramos el proyectil alojado en el jamón del lado contrario. Probablemente la alta  penetración se deba a que la retención de masa de las balas recuperadas estaba cerca del 100% del peso del proyectil.

 

LA CAZA

A nuestra llegada al aeropuerto de Kimberley, nos estaba esperando Adam Barnard, con su habitual franca sonrisa de bienvenida, y ya nos empezamos a sentir como en casa. En solo veinte minutos estábamos en la finca de Spitskop Safaris descansando del viaje y tomando unas cervezas. Tras una comida ligera nos fuimos a probar los rifles al campo de tiro, y después de comprobar que no habían variado el punto de impacto, Adam nos preguntó que queríamos hacer en lo que quedaba de tarde, ante lo que Jose María y yo mismo le respondimos a la vez “vámonos a cazar”.

Nos quedaba una hora de luz aproximadamente, y tuve mucha suerte porque enganche este buen facochero, que se nos quedó mirando bajo unos arbustos, confiado en que habíamos pasado sin verlo. El faco estaba equivocado al confiarse, y nos sirvió para empezar el Safari con un buen animal, relajados y sin presiones.

wildebeest

Ñu Negro con la ultima luz del atardecer

Yo tenía mucho interés en cazar un ñu negro, especie que me apasiona, ya que siempre resulta un reto ponerse a distancia de tiro de sus atentas manadas, así que le dije a Adam que prefería comenzar con él. Al día siguiente le entramos a pie varias veces a una numerosa manada de ñus negros, y la difícil aproximación nos obligó a ir tapándonos y avanzar en ocasiones casi reptando protegidos por cualquier ondulación del terreno, ya que los ñus negros tienen predilección por las zonas abiertas, donde no hay vegetación que nos sirva de cobertura. Tras un bonito rececho, y con el sol ya poniéndose en el horizonte, tumbamos un viejo macho de ñu negro con dos tiros del 375 H&H.

En los siguientes días fuimos cazando algunos facos, blesboks, un steenbok muy bueno. Jose María andaba detrás de cazar un Ñu azul, ya que es una especie por la que tiene predilección.

Bush

Vegetacion cerrada de arbustos espinosos

Buscamos y desechamos muchos machos de tamaño medio, y encontramos un ejemplar viejo que andaba solo en compañía de su escudero, no era inmenso, pero era viejo, y tenia personalidad, un animal para tener en tu sala de trofeos. Jose cogió el 300 WM y se fue con Adam metiéndose en la espesura, y pronto los perdí de vista mientras yo me quede en el todoterreno, observando al ñu con los prismáticos.

Cuando escuché el disparo, vi que el ñu había sido alcanzado de pecho, y el animal dio tres pasos hacia atrás y cayó redondo. Cuando luego recuperamos la bala, comprobamos sorprendidos que lo había cruzado de lado a lado, entrando por el pecho y terminando alojada en el jamón opuesto tras cruzar todo el cuerpo del animal. Nos agradó comprobar la tremenda penetración de esta munición nueva de Seller Belliot, incluso en animales tan duros como es un ñu azul.

Los últimos días nos cambiamos de zona de caza y subimos al Norte de Sudáfrica, al desierto del Kalahari, con intención de tirar algunos buenos springboks y buscar dos kudus, uno para cada uno. La finca en el Kalahari era impresionante, 20.000 hectáreas y miles de springboks por todos lados. Hacía bastante frío esos días, y el tiempo no era el idóneo para cazar; los animales se mantenían al abrigo de las zonas de más “bush”, y apenas se les veía en lo abierto.

Springbok Ram

Gran Springbok en el Kalahari

Buscábamos kudus, y sin embargo mientras los buscabamos con ahinco por toda la finca, íbamos recolectando una buena colección de springboks, ya que cada vez que veíamos uno bueno lo tirábamos. El tercer día vimos un buen faco de lejos, le entramos andando, y nos encontramos sin esperarlo con una manada de kudus que estaba emboscada en unos arbustos espesos. Había dos buenos machos, pero uno de ellos especialmente abierto, justo lo que yo andaba buscando, de modo que le mandé un recado con el 375 H&H y se fue al suelo. Ya nos parecía que Jose se tendría que venir sin kudu, porque no surgían oportunidades de machos tirables, y se nos pasaban los días y el ultimo día tiró un bonito macho de tres vueltas, con el que finalizamos nuestro safari.

 

CONCLUSION

Kudu Bull

Un Kudu muy abierto

Me siento afortunado cada vez que vuelvo de África, ya que poder vivir la experiencia de un Safari, disfrutar de la hospitalidad de sus gentes y de la compañía de mis amigos, es algo único. Doy gracias a Dios, por permitirme vivir esta experiencia, y cada vez que regreso empiezo a desear profundamente el regresar a aquellas tierras.

Este año pudimos hacer este Safari prácticamente de casualidad, ya que todos los pronósticos apuntaban a que no íbamos a hacerlo dadas las circunstancias del momento. Sin embargo, una vez que hemos regresado, y que podemos hacer balance de lo vivido en este safari “low cost” que preparamos con toda nuestra ilusión, me doy cuenta de que lo importante es poder ir, poder cazar allí, y haber estado una vez más de Safari. La experiencia ha sido tan divertida y tan enriquecedora, que finalmente si tirabas un modesto Springbok o un exclusivo Nyala, es solo una anécdota ya que lo importante es haber estado allí una vez más, y haber podido disfrutar de la caza con mis amigos, que es la esencia de nuestra afición.

Cuando regresamos a España todos mis amigos siempre están tristes, y echan de menos África, y cuando me ven sonriente y contento y me preguntan porque no estoy tristón yo siempre les digo “porque ya queda un día menos para que volvamos a África de nuevo”.

 

Alejandro Martín Arnedo

 

 

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Hippo
mayo 15th, 2017 by JM Aranda

 

Introducción Hipopótamo

El Hipopótamo (Hippopotamus amphibius) es uno de los más conocidos iconos de África, su imagen masiva de corpulencia es una de las más impresionantes que te puedes encontrar en la fauna africana.

Jippo

Hippo

Los hipopótamos son animales únicos y absolutamente peligrosos, ninguna otra pieza de caza se le parece, y su caza en un entorno acuático que no es facil para el hombre siempre resulta un reto interesante.

Aunque tradicionalmente no está considerado entre “Los 5 Grandes”, que son león, leopardo, elefante, búfalo y rinoceronte; claramente es el “Sexto grande” ya que nadie duda que la caza de este coloso es una actividad peligrosa. El Hipopotamo y el cocodrilo son los que suman el equipo de los “7 Peligrosos”.

 

Biología y comportamiento

El hipopótamo  es un animal semiacuatico tremendamente agresivo, que es temido por esta causa en toda África, y además es el tercer mamífero terrestre más grande del mundo, después de elefantes y rinocerontes. Lidiar con un hipo enfadado no es una actividad cinegética que puedan llevar a cabo quienes no estén seguros de tener sangre fría y nervios templados.

Hippo

Hipopotamo pastando fuera de agua

Es un herbívoro, que pasta en la hierba cercana a los ríos, que por tener una piel delicada debe pasar las horas de sol refrescándose en el rio, ya que al tener la  piel carente de pelo no aguantan una exposición prolongada al duro sol del día. Sin embargo a la caída de la tarde, los hipopótamos salen del agua, y de dirigen hacia las zonas de pasto en ocasiones incluso a considerable distancia del rio, en las que se alimentaran durante las horas nocturnas.

Los hipopótamos pese a ser animales de gran tamaño, se mueven con agilidad fuera del agua, su corpulencia no debe engañarnos, ya que son capaces de desarrollar velocidades en tierra de 30 km/h. El hipopótamo a diferencia de los cocodrilos, ataca con frecuencia fuera del agua, y cuando se siente amenazado busca su refugio dirigiéndose rápidamente de nuevo a la protección que le proporciona el agua (donde sus enemigos no pueden alcanzarle). Por ello hay un viejo dicho Africano que dice que “si quieres ver de frente a la muerte, interponte entre un hipopótamo y el agua”

Hippo

Hipopotamo en el agua

Los mayores hipopótamos machos pueden sobrepasar las 2 Toneladas de peso, aunque las hembras rara vez sobrepasan 1.4 toneladas.  Los ojos, las orejas y los orificios nasales están situados en la parte superior del cráneo, se trata de una adaptación al medio semiacuático, de modo que puedan permanecer con el cuerpo sumergido, y asomar sobre el nivel del agua solo la parte superior del cráneo y así poder ver, oír y respirar. Su piel tiene un increíble grosor de 6 centímetros, y le protege de los ataques de depredadores, y de las agresivas peleas que se producen constantemente entre los machos, en los que los caninos inferiores son usados para apuñalar a sus rivales. Sus orificios nasales se cierran automáticamente cuando el hipo se sumerge, de modo que no entra agua en su aparato respiratorio.

Hippo

Hipopotamo con su mandibula abierta

La mandíbula de un hipopótamo es un diseño asombroso de la naturaleza. Los poderosos  músculos maseteros le proporcionan una brutal fuerza de mordida, la articulación que une ambas mandíbulas está situada tan atrás que le permite abrir sus fauces con un ángulo cercano a 180 grados; y además está dotado de unos inmensos caninos de marfil, que se afilan continuamente cada vez que cierra la boca, frotándose contra el diente de la mandíbula superior. Los largos caninos inferiores, que crecen hasta una longitud asombrosa de 40-50 cm. de largo (fundamentalmente  en los machos), son usados como afiladas dagas por los machos en sus continuas luchas, ya que éstos son animales agresivos y pendencieros.

 

Distribución

Hipopotamo amenazante

El Hipopótamo se encuentra ampliamente distribuido en la gran mayoría de ríos y lagos de todo el África subsahariana, desde el África ecuatorial (Congo, Tanzania o Kenya) hasta Sudáfrica. Se le caza por su carne, que es consumida por los nativos en todo África y por sus colmillos de marfil, que se venden como sustitutivo del marfil de elefante. Su situación en general no es excesivamente preocupante y se encuentran poblaciones saneadas en la mayoría de las zonas de caza. Aunque obviamente hay diferencias importantes de unas areas a otras.

 

Peligrosidad

Suelen establecerse en grupos controlados por un macho dominante, que establece su pequeño territorio en una zona del rio, y en el que vive todo su grupo familiar, que puede ser desde un modesto harén de 2-3 hembras hasta grupos enormes de 20 hembras.

Hippo bull

Manuel Lopez con un buen hipopotamo cazado en el Caprivi (Namibia)

El macho defiende constantemente y con una agresividad manifiesta su territorio, de la presencia de otros machos rivales, o de cualquier otro intruso como pueda ser un bote cargado de humanos. Cualquiera que invada “su” zona de control es visto como un intruso al que hay que echar inmediatamente, y el gran problema es que nadie excepto él mismo sabe donde empieza y donde acaba el territorio de cada hipopótamo. Es por esto por lo que los hipopótamos causan muchas muertes cada año en África, porque los ataques son frecuentes, y por la fuerza que tiene un animal del tamaño de éste…  con frecuencia son ataques con consecuencias mortales.

Cuando los encuentros con los hipos se realizan en Tierra su agresividad es elevada, ya que ellos no se sienten tan protegidos. Las hembras acompañadas de crías son agresivas para proteger su pequeño, y los machos son agresivos en todo momento. Si se sienten amenazados buscan regresar al agua, donde se sienten más protegidos, y nada puede detenerlos en su camino hacia el agua, son como un tren de  mercancías a toda máquina imposible de detener.

Los hipopótamos han sido sorprendentemente bendecidos por el mundo occidental por una imagen dulce, cariñosa  e infantil; esta situación es completamente alejada de su agresiva realidad, ya que los hipopótamos tienen un muy mal carácter y un comportamiento agresivo y peligroso; están considerados como el animal más peligroso de Africa.

 

Caza

Hippo

El autor con un hipopotamo cazado en el Rio Kwando

La caza deportiva de hipopótamo es una actividad altamente peligrosa, ya que se trata de uno de los animales más agresivos, considerablemente más agresivo que cocodrilos o elefantes. Un hipopótamo cargará con frecuencia hacia los cazadores, y no es un animal fácil de parar, ya que hay que colocarle una bala en el cerebro, que se encuentra en la pequeña “V” que tiene entre los dos ojos. Pese a no estar considerado como uno de “los 5 Grandes” por los safaristas clásicos, sin duda se ha convertido por derecho propio en una de las cazas peligrosas que se realizan en África.

Adicionalmente el entorno acuático en el que se lleva a cabo es un aliciente de cazar en un entorno  diferente, un medio en el que no nos sentimos tan comodos como en tierra; zonas encharcadas, usando botes frecuentemente, y normalmente en zonas donde además de los hipopótamos solemos tener la inquietante presencia de cocodrilos a nuestro alrededor.

Para seleccionar el trofeo a abatir, normalmente se busca el macho dominante, ya que los machos tienen colmillos caninos mucho mayores. Como frecuentemente abren la boca de manera amenazadora, eso nos va a permitir evaluar el trofeo del animal; si no abre la boca, lo único que podemos hacer es fijarnos en el tamaño de las protuberancias que tienen a los lados de las fosas nasales, que son causadas por el alojamiento de los caninos de suben desde la mandíbula inferior.

 

Hipo en el agua

No hay apenas dimorfismo sexual, de modo que seleccionar el ejemplar a abatir es una tarea complicada, y elegir una hembra con un pequeño trofeo es una error importante que debemos evitar (ya que habremos usado  con esa hembra nuestra cara licencia de hipopótamo); así que debemos confiar en el criterio de nuestro PH, y asegurarnos de disparar sobre el ejemplar que nuestro guía nos indica, ya que con frecuencia al estar en grupo y moviéndose, es fácil equivocarse de objetivo.

La mayoría se cazan en el agua, que es donde pasan las horas de sol del día. En estos casos se trata de un disparo de precisión, no suele ser mucha distancia, y es frecuente tener mucho tiempo para preparar el disparo. Sin embargo el blanco es pequeño, y si no colocamos el proyectil en el cerebro el animal se hundirá, y al estar en ríos o lagos grandes podemos perderlo. Para el disparo en el agua es fundamental un calibre contundente pero que sobre todo tengamos la confianza suficiente para hacer un disparo de precisión, y que tengamos la seguridad de que vamos a ser capaces de colocar la bala donde queremos.

Hippo

Familia de hipopotamos en Chobe, Botswana –

Su caza en tierra es una aventura peligrosa, ya que se suele hacer con la última luz del día o por la noche. En tierra son animales impredecibles, y el lance es rápido y cargado de adrenalina; el problema es que en esas circunstancias es muy complicado evaluar la calidad del trofeo, o incluso si es macho o hembra el animal que tenemos delante. Para esta caza en tierra necesitaremos un calibre poderoso con poder de parada y un proyectil solido con mucha penetración que nos asegure alcanzar los órganos vitales del animal.

En una ocasión estaba cazando con unos clientes hipopótamos en la Franja de Caprivi (Namibia) en el Rio Kwando (afluente del famoso río Okavango), y disparé sobre un hipo en el agua, que se hundió y cargó contra nosotros, saliendo del agua frente a nuestra posición.

Hippo

Hipopotamo con el disparo en la frente

Acabamos con él a 7 metros de nuestros pies, ya en tierra, y este es  el animal que más me ha apurado de toda la fauna  africana que yo he cazado. Por este motivo mi recuerdo sobre la caza de hipopótamo es muy positivo, y le doy el valor que tiene en enfrentarse a este coloso, porque puede cambiar todo en unos segundos; por el contrario quienes han tirado un hipo en el agua, lo han acertado de pleno, y ha muerto instantáneamente, en ocasiones dicen que es una caza sencilla, y que les ha parecido poco excitante. El paso de una caza sencilla y sin complicaciones a una carga furiosa y potencialmente letal hacia los cazadores, en el caso de un hipopótamo macho… es cuestión de segundos. Es uno de los animales más impredecibles a los que te puedes enfrentar.

 

Conclusiones

Esta caza no es adecuada para quien no le guste el riesgo, porque el hipopótamo con frecuencia nos pone en situaciones apretadas, cargadas de adrenalina; aunque por otro lado, si todo va bien, puede ser una caza sencilla con un disparo quirúrgico de precisión que acabe con el animal.

Pastando

No es un animal económico, de modo que es importante asegurarse de elegir el trofeo que buscamos, y no es fácil diferenciar machos de hembras. Es un error frecuente, de modo que es fundamental asegurarse de seleccionar el animal adecuado ates de apretar el gatillo.

Nos vemos cazando en África

José María Aranda

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Leona
mayo 14th, 2017 by JM Aranda

La caza de mi leona. Introducción

infinitas llanuras de kimberley paraiso de los springboks

Llevaba tiempo pensando en regresar a África, después de un par de aventuras “oseras” que me habían llevado por las tierras heladas de Alaska y de Rusia, ahora empezaba a echar de menos el calor seco de las tierras del Sur de África. Cuando has experimentado la caza en condiciones muy duras como las de Rusia y Alaska, en las que las comodidades son mínimas, y los profesionales de la caza son mas bien “secos”; entonces agradeces mucho el regresar a esa tradicional hospitalidad sudafricana, tan propia de su cultura “boer”, en la que colman de atenciones al huésped, y donde la cacería se desarrolla con un nivel de comodidad muy alto.

la hierba estaba muy alta dificil para ver facos

Así que el pasado mes de Marzo me fui a FICAAR, a contactar con alguna orgánica que me ofreciera cazar algún “gato” en buenas condiciones. Me encontré allí con la gente de Spitskop Safaris, que están especializados en la caza de leones y de los que tenía buenas referencias, estuve  un rato hablando con ellos allí en la feria; luego volvi a hablar varias veces telefónicamente con Jose María Aranda aquí en España en las siguientes semanas y finalmente me decidí y cerré mi Safari con ellos.

http://www.spitskopsafaris.com/

Me prometieron que sus leones vivían “libres” en una finca vallada de 20.000 hectáreas, donde los leones cazaban y sobrevivían por sí mismos de manera autosuficiente y que ellos no te “soltaban” un león unos días antes de tu llegada para que tú lo cazaras… Eso era completamente distinto a lo que me ofrecían todos los demás… de modo que me sonaba bien… si aquella oferta era cierta podría ser una buena cacería. Como uno ya está harto de engaños en este mundillo de la caza… me tomé sus palabras con cautela, ya lo veríamos cuando llegase el momento.

 

El Viaje

 

Como llevaba mi propio rifle (mi inseparable Blaser del 338 Win. Mag.) me decidí por el vuelo de Iberia, que como todos los cazadores que ya han ido por allí saben, es muy cómodo porque sale a medianoche de Barajas, y te encuentras por la mañana en Johannesburgo. Cuando andas con rifles y papeleos burocráticos de por medio… el hacer una escala intermedia en el vuelo multiplica las posibilidades de fallos y de que tus armas no lleguen a su destino… de modo que prefería asegurar aunque el billete salga algo más caro. Un pequeño ahorro en el billete puede acabar saliendo muy caro si los rifles no te llegan en su momento.

aeropuerto de kimberley a mi llegada

A mi llegada a Kimberley, donde tienen su base la gente de Spitskop Safaris, me encontré con la agradable sorpresa de que además de Adam Barnard esos días estaba allí también Jose María Aranda, que me recogió en el aeropuerto, y que me acompañó en alguna de mis jornadas de caza.

 

Antílopes

 

Además de la leona, pensaba cazar algunos antílopes que me faltaban para mi colección, y con esos íbamos a empezar el Safari. Quería aprovechar mi estancia en estas tierras áridas del Norte de Sudáfrica (donde los springboks habitualmente son de los más grandes de todo África) para cazar el “Grand Slam de Springboks”, que consiste en abatir los cuatro colores existentes de springboks, el blanco, el negro, el cobre y el común (que aquí es la subespecie del Kalahari).

Scimitar Oryx

orix cimitarra

En las planicies herbáceas de Kimberley, los springboks pastaban por cientos, pero el acercamiento a las manadas era muy complicado, ya que siempre hay centinelas que si te ven, echan a correr arrastrando a toda la manada. Los tiros fueron largos, y el conseguir los cuatro colores del Grand Slam fue muy laborioso… un reto muy bonito para mí, porque tuve que sufrir para conseguirlos, especialmente con el cobre, que lo deje para el final, y tuve que cazarlo en un día horrible con lluvia y mucho frío… en el que tanto mi PH Bradley como yo mismo acabamos calados hasta los huesos.

black Springbok

springbok negro y mi PH bradley

Es en esos momentos en los que estás helado y calado, cuando te das cuenta de cómo son aquellas gentes. La dueña de la finca en la que estábamos me dio ropa de su marido (me dio hasta ropa interior porque la mía se podía escurrir), me dio comida caliente y aguardiente para que entrara en calor… y no me dejaron irme hasta ver que ya estaba recuperado; no creo que nunca me olvide de cómo me trataron aquella familia de granjeros boer. Ese tipo de hospitalidad y de calor humano, es el que se agradece tanto en esas circunstancias.

 

Tenía también muchísimo interés en cazar el Órix Cimitarra (Oryx dammah), una especie de Órix muy adaptado a la vida en el desierto que ha sido extinguido por el furtivismo en su hábitat natural (que era todo el desierto del Sahara desde Egipto hasta Marruecos) y que sobrevive en el mundo gracias a las fincas de caza en Sudáfrica y Texas. No es fácil de encontrar la posibilidad de cazarlo, ya que no hay apenas oferta de permisos CITES para poderlos cazar, hacía tiempo que tenía en mente el conseguirlo… y con esta gente de Spitskop Safaris tenia la oportunidad de hacerlo. Finalmente, tras un rececho largo que me obligó a tirarlo a larga distancia, puede abatir un precioso macho.

 

Leona

 

Llego el momento de la verdad y nos fuimos a cazar mi leona, Jose María me acompañaba como rifle de apoyo, con su rifle del 404 Jeffery, yo llevaba mi querido 338 Win. Mag. con puntas blandas Winchester Core Lockt. El día amaneció nublado y con amenaza de lluvia… así que nos pudimos a ello bien pronto, para aprovechar las pocas horas que esperábamos que no lloviese. A primera hora buscamos desde el coche en los caminos, descartamos varias huellas más antiguas y una de macho, hasta que dimos con una huella fresca que nos interesaba; un rastro de esa misma noche, se trataba de una huella de una hembra grande, que se hundía profundamente en la arena del desierto, era un animal pesado, y además no llevaba cachorros (requisito imprescindible para la propiedad de la finca).

tracks

las primeras huellas con esto empezo todo

Comenzamos a caminar sobre sus huellas, con las lluvias de los días anteriores, y el suelo arenoso del Kalahari el pisteo era relativamente sencillo, hasta yo era capaz de seguirlo en la mayoría de las ocasiones. La leona había estado cazando, vimos donde se había ido acercando a una manada de antílopes, donde había dado el salto (las garras estaban clavadas en la arena) y donde habían arrancado a correr los órix, que en esta ocasión habían salvado la vida. Las horas iban pasando, y ya casi era mediodia, la leona seguía de caza, y nosotros detrás de ella.

baboon

el babuino que habia matado mi leona aun estaba caliente

La tensión era enorme, el caminar era completamente en silencio, solo nos comunicábamos por signos, ya que nunca sabes donde vas a encontrar al felino, puede estar echado en cualquier lado. Cada vez que nos aproximábamos a un arbusto denso, en el que no se veía su interior, se tomaban infinitas precauciones y se rodeaba el obstáculo apuntando rifles hacia allí, hasta asegurarnos de que allí no estaba la leona echada… la hierba estaba muy alta, muy seca y de color amarillo… la leona podía estar en cualquier lado…

leona

leona

Cuando ves como se comportan los profesionales, cazadores que llevan docenas de leones a sus espaldas, y ves que están completamente concentrados, y que no hay ninguna broma… te das cuenta de que te la estás jugando. La caza peligrosa no es lo mismo que cazar gacelas o venados… aquí te la estás jugando de verdad, y la leona te puede dar un susto en cualquier momento.

 

De repente los pisteros nativos señalaron un bulto bajo la sombra de una gran acacia, el PH me lo señalo, y me dijo que observáramos inmóviles hasta saber que era. Parecía un animal, estaba medio tapado y no se movía. Nos acercamos con precaución y descubrimos un babuino muerto, aun estaba caliente y le faltaba medio cuarto trasero que se había comido el felino. Justo detrás vimos donde la leona lo había atrapado y los rastros de sangre del arrastre. El PH estaba nervioso y no dejaba de mirar alrededor, ya que la leona había estado dando vueltas por allí y era imposible determinar cual era el rastro bueno. La leona había matado, y no se habría alejado demasiado del cadáver del mono… tenia que estar muy cerca.

Leona

Estaba feliz con mi leona

Comenzamos a dar vueltas en espiral, alrededor del cadáver del mono, abriendo cada vez más la búsqueda, convencidos de que la leona no andaría lejos. El silencio era tan denso que se podía cortar con un cuchillo, es increíble como cinco personas concentradas en la caza pueden desplazarse por la sabana sin siquiera hacer crujir una ramita bajo sus pies. Ni quince minutos habían pasado, cuando el pistero señaló hacia la izquierda, y en ese momento todos los acontecimientos se precipitaron, y todo pasó como a cámara lenta.

 

La leona estaba allí, a unos 50 metros de nosotros, echada bajo un espino, mirándonos inquieta y amenazadora, y el PH me puso el trípode y me susurró que disparara. Jose María y él se situaron a mi lado con los rifles apuntando al gato. Me tomé mi tiempo, y apunté detrás de la pata delantera, cuando el animal esta echado es muy difícil calcular la altura porque los órganos vitales quedan pegados al suelo, y la hierba tapa medio cuerpo… siempre tienes miedo de hacer bajo y enterrar la bala en la arena. El 338 tronó y la leona dio un salto rugiendo en el aire, cayo como en un remolino buscando lo que le dolía en las costillas (luego vimos que el tiro había sido un poco trasero y la había alcanzado atrás en los pulmones), y salió corriendo; mientras yo recargaba ella ya corría y no pude volver a dispararla.

 

Salimos nosotros corriendo detrás de ella y vimos a la leona que había parado a unos cien metros bajo una acacia baja, se la veía muy mal, y estaba mirándonos de frente, gruñía amenazadora, iba a cargar. A mi izquierda  Jose María me susurró “Tírala Manolo que está muy viva”, yo dudé un instante pero luego me encaré el rifle y le mandé un segundo proyectil que le dio en el cuello, y la dejo tumbada… como muerta.

Lioness

foto de recuerdo con jose maria aranda que me hizo de rifle de apoyo sonrisas de satisfaccion

Esperamos un minuto aproximadamente… parecía que habían pasado quince… tensión máxima… los rifles apuntando al frente, bala en recamara y seguros quitados… allí no se canteaba nadie. El PH Bradley me dijo, “Cuidado Manolo que las que te agarran son las que parecen muertas” y comenzamos a avanzar despacio. Cuando estábamos a veinte metros nos detuvimos, ya la veíamos perfectamente, estábamos detrás de ella, y veíamos su respiración jadeante y profunda… pero estaba aun viva… demasiado viva. El PH susurró, “puede que le hayas roto el cuello… rodeémosla sin acercarnos, para ver el otro lado”. Cuando comenzamos a rodearla, estábamos a no más de veinte metros de ella, alguien pisó una rama, que crujió y la leona se levantó de un bote rugiéndonos amenazadora, la cara llena de sangre, las orejas hacia atrás y enseñándonos los dientes, una imagen de pesadilla que nunca olvidaré. Le apunté inmediatamente al pecho, y le mandé un último recado, que esta vez sí que fue mortal, y la tumbó definitivamente.

 

Aun estuvimos dos o tres minutos de seguridad, para asegurarnos de que efectivamente estaba muerta, después del susto que nos acababa de dar revolviéndose a veinte metros de nosotros. La adrenalina había sido tan grande y la tensión tanta que aun bromeé diciendo que debía acercarme a rematarla con mi herramienta Leatherman… ante las sonrisas de complicidad de Jose María y de Bradley, el PH.

 

Finalmente nos acercamos, comprobamos que la leona estaba definitivamente muerta tocando el ojo con la punta del cañón, y en ese momento sentí como una liberación, como si me hubiese quitado una mochila de 50 kilos de la espalda. Toda la tensión de las horas anteriores desapareció en un instante, mientras todos nos fundíamos en abrazos de felicitación.

 

Se trataba de un animal enorme, una leona de unos 9 años, que pesó la friolera de 180 kilos en la báscula de la finca… una hermosura de animal. Por fin ya tenía mi primer “Big Five”…. y el modo en que lo había cazado (a la huella, como debe ser, sin ventajas para el cazador) había sido un sueño para mi. La sesión de fotos fue larga, ya que yo siempre digo, que las fotos que no hagas en ese momento nunca más tendrás la oportunidad de hacerlas… y cuando estábamos terminando con las fotos ya comenzó a llover, y tuvimos que regresar a la finca, con la sonrisa pintada en la cara porque había hecho realidad un sueño. Había cazado mi leona, y lo había hecho como yo siempre había querido hacerlo, la realidad había superado mis mejores expectativas.

 

Conclusión

 

Ya estoy de vuelta en casa, con la clásica depresión de la vuelta a la dura realidad; después de la experiencia vivida en África, ya empiezo a tener cierta perspectiva de lo vivido. Mi primera oportunidad de disfrutar de la caza peligrosa ha sido increíble, y me he dado cuenta de porqué esta es una caza adictiva para los cazadores que la han probado.

liones

Mi leona

Cuando te encuentras frente a un animal, que si sale todo mal, se te puede echar encima; te estas probando a ti mismo en una situación extrema de riesgo (porque obviamente el riesgo existe). Hasta que te encuentras en esa situación no sabes como reaccionarás cuando llegue el momento, no sabes si temblarás, si el miedo te paralizará, o si por el contrario serás capaz de controlar tu miedo y hacer lo que debes, que es apuntar bien y disparar como lo has hecho siempre. Cuando cazas uno de estos animales lo haces únicamente por ti, porque tú quieres haber cazado un león en tu vida, y saber que cuando tú te pusiste delante del león hiciste lo que debías. Nadie va a entender esto, solo tú y un puñado de “locos” que como tu se han puesto delante de un león o de un búfalo…  no vale la pena ni siquiera intentar explicarlo a la mayoría de la gente.

talking

Hablando con Adam Barnard

Esta caza es peligrosa, y cuando te pones delante de la leona sabes a lo que te expones. Valga como ejemplo, que los últimos días de nuestro Safari coincidimos con unos cazadores de Córdoba, que venían a cazar dos leonas y un montón de antílopes. La primera de las leonas la cazaron sin problemas y la segunda leona les cargó antes de que le disparasen, y acabaron matándola a la carrera a solo cuatro metros de los cazadores; ya sabemos que las leonas, a veces cargan… y la estadística dice que a alguno le tenía que tocar… ¡ole por ti Antonio!!

 

Quiero agradecer a la gente de Spitskop Safaris (Adam y Jose María) lo bien que se han portado conmigo en todo momento, y sobre todo quiero reconocerles su honradez porque lo que encontré era exactamente lo que me habían prometido. Ellos dijeron que sus leones eran libres en una finca de 20.000 hectáreas y que sobrevivían allí por sus propios medios, y eso es justo lo que encontré, y puedo dar fe de que en la finca había otros leones además del mío, que vimos sus huellas en muchas ocasiones en los siguientes días, y que los oímos rugir en varias ocasiones durante las noches.

 

Y mientras miro por la ventana, aquí en Navarra, y veo las montañas verdes de mi tierra… no dejo de pensar en que he de organizar el modo para volver a ponerme pronto delante de alguno de los “Big Five”. Creo que el próximo va a ser un búfalo…

 

Manuel Corujo

 

Navarra

 

 

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Chacal de lomo negro
mayo 13th, 2017 by JM Aranda

. Cazar más que antílopes

La manera más común de acercarse al mundo de los Safaris, es realizar uno de los llamados “Safaris de Antílopes”, que busca conseguir algunas de las especies más representativas de la fauna africana.  Sin embargo, hay muchos animales que sin ser antílopes, también pueden ser cazados, y que suponen una gran variedad adicional, entre las especies que el Safarista puede elegir.

Aquí os presento, brevemente relatados, algunos de los lances que yo he vivido durante la caza de estas otras especies durante mis viajes por tierras africanas.

 

. El Facochero

Los cazadores españoles, si hay un animal por el que preguntan inmediatamente en cuanto empiezan a organizar su Safari es el “faco”. Este animal, pariente bastante lejano del jabalí europeo, porta unos colmillos muy grandes en relación con el tamaño de su cuerpo, que hacen soñar rápidamente a quien ha perseguido las bocas complicadas de conseguir de cualquier guarro en España.

Warthog

Facochero hembra cazado por el autor

Yo no he sido un fanático de la caza de facocheros, puesto que cuando tienes ya unos cuantos en tu pared, te das cuenta que es un animal relativamente fácil de cazar, que en nada se parece a un listo jabalí europeo. Sin embargo, como a todo cazador español, los colmillos de los facocheros han representado para mí un atractivo difícil de esquivar. Recuerdo una vez que estaba oteando el terreno a media tarde desde lo alto de un “Kopje” (que son unas colinas de rocas de granito en mitad de la sabana); estábamos esperando que los facos empezasen a moverse de tarde, y empezasen a pastar tras estar echados en una sombra en las horas centrales del día.

No pasó media hora y ya teníamos tres o cuatro facos pastando en el área que dominábamos desde lo alto del “Kopje”. Elegimos un macho que desde la distancia nos parecía muy grande, que pastaba junto a una hembra a unos 800 metros de nosotros.

Bajamos de la colina, llegamos a la llanura y lógicamente al perder altura lo perdimos de vista. Tomamos una referencia con una montaña lejana, y comenzamos a caminar por la llanura, procurando taparnos con los arbustos y las acacias diseminadas que salpicaban la hierba. Es complicado ese tipo de acercamiento, porque realmente tardas un rato en llegar, y no sabes exactamente donde te lo vas a encontrar, y puede haberse movido mientras tú ibas acercándote.

Por suerte llevábamos el viento bien, y de pronto lo encontramos a unos 80 metros de nosotros, comiendo tranquilamente, con las rodillas dobladas, y la cabeza enterrada en el pasto. Había dos ejemplares, ambos eran grandes de cuerpo, y sabíamos que uno era la hembra, que no quería tirar, así que espere inmóvil con paciencia a que levantasen la cabeza para cerciorarnos, y cuando el macho levantó la cara, y me enseñó los dientes, le envié un proyectil del 300 Win Mag al hombro, que dio con él en el suelo.

 

. La Cebra

Después de los babuinos y los leopardos, probablemente las cebras sean los animales más listos que te vas a encontrar en un Safari; les dan cien vueltas a cualquier antílope, en cuanto a complejidad de su caza, y a comportamiento esquivo y receloso hacia el cazador.

A eso debes sumar el hecho de que son durísimas, que necesitas un calibre contundente para hacerte con una, porque debido a su instinto fuertemente gregario, la cebra aun gravemente  herida va a seguir al resto de su manada.

cebra

cargadas las cebras en la Toyota Hilux

Yo soy amante de los caballos, y quizás por ello la cebra nunca había sido uno de los animales que buscara cazar. El burrito a rayas nunca estaba entre los animales que cazaba, hasta que después de bastantes Safaris, un día surgió inesperadamente la oportunidad.

Estábamos una noche bebiendo ron en torno al fuego, y había un Cazador Profesional de otra empresa, que se quejaba de que en nuestra finca las cebras eran muy complicadas de cazar, y que él iba a buscar una para su cliente en otra finca donde le resultase más fácil.

Mi socio Adam Barnard se molestó con ese comentario y para demostrarle al tipo que si se podían cazar sus cebras, y me dijo “¿quieres que mañana nos matemos una cada uno de nosotros para hacer alfombras nuevas para casa?”, de modo que me sonreí y le dije que sí.

A la mañana siguiente nos pusimos en lo alto del “Kopje” más alto de la finca, y el conductor bosquimano se fue con el Toyota a dar una vuelta por la finca. Las cebras siempre se alejaban del vehículo, y normalmente acababan esquivándolo rodeando la montaña en la que nosotros nos habíamos apostado. El bosquimano nos iba informado por la radio de los movimientos de la manada de cebras, que huía del vehículo, manteniendo gran distancia.

cebra

con Adam Barnard y las dos cebras

Una hora después aproximadamente vimos la manada galopando a lo lejos, que se dirigía hacia nuestra montaña, y nos preparamos para abrir fuego cuando estuviesen a distancia de tiro.

Adam eligió una hembra grande que iba de las primeras, y yo el macho que iba el ultimo; vimos que no parecía que fuesen a parar, habría que tirarlas al trote como venían así que cuando estaban a unos 200 metros, abrimos fuego.

La que tiró  Adam cayó del primer disparo, y la mía encajó el tiro, y siguió renqueante al resto de la manada, le repetí el disparo, y finalmente dobló las manos. Nos las vimos negras para cargar ambas en la trasera de la Toyota Hilux entre Adam, el bosquimano y yo, pero al final pudimos meterlas.

 

. El Avestruz

Los avestruces siempre me han resultado un bicho bastante poco agraciado, y desde luego no tenía ni tengo ningún interés en disecar ninguna para tenerla en mi sala de trofeos. Sin embargo mi mujer me dijo un día que los bolsos de piel de avestruz valían un dineral, y que le encantaría hacerse uno. Esto me dio una buena idea, y decidí que una piel de avestruz era lo que le iba a traer a ella en el próximo viaje, así arreglaba de un plumazo el siempre complicado asunto de que le traigo a mi mujer, mientras lo compatibilizaba con seguir cazando.

Para hacer un bolso basta con una piel de avestruz, pero por si acaso pensé en matar dos, por si quería hacerse algo distinto (como finalmente así fue porque se hizo una cazadora).

Avestruz

Avestruz

Me fui a una finca donde había muchas avestruces, y el propietario me las dejaba a buen precio, pero mi PH me advirtió que no eran demasiado fáciles porque las habían cazado bastante allí, y estaban muy avispadas.Se prometia una tarde entretanida.

Cuando nos acercamos al grupo me dice “Ya sabes… a la cabeza” me giro como un resorte y le dije que si estaba loco… que la cabeza de un avestruz no es mayor que una pelota de tenis que se bambolea adelante y atrás… que a 200 metros… es blanco no es nada fácil. Me dijo que si quería aprovechar el cuero, lo mejor era disparar a la cabeza porque así no tendría agujeros, y la verdad es que tenía razón.

Los dos primeros intentos las balas silbaban cerca de la cabeza de los avestruces, que salían pitando con el disparo y cada vez estaban más nerviosas. En la tercera aproximación me dice el PH “Si quieres también podrías dispararles a las rodillas” ¡Vaya! ¡Menuda solución! ¡Ni que las rodillas fueran mucho más grandes! Apunté a la rodilla, y aun siendo un blanco pequeño, se movía menos, así que en el primer disparo, le acierto a la rodilla, y el pájaro cae al suelo; estaba aleteando y completamente vivo, pero no era capaz de levantarse. Nos acercamos a él, y le disparé a la cabeza. Las fotos después las hice de modo que no se viese la cabeza del animal… porque no era un espectáculo como para guardarlo para la posteridad.

 

. El Chacal de Lomo Negro

Los chacales son listos, y por si eso fuera poco son los bichos más odiados por todos los granjeros, que los acosan y matan en todo momento y con todos los medios a su alcance; eso hace que cazarlos con un rifle sea un verdadero reto para un cazador. Los granjeros bóer les disparan desde la ventanilla de sus furgonetas, les ponen trampas, anzuelos entro de cebos, e incluso vallan las fincas con costosas mallas a prueba de chacales para evitar que entren dentro de sus fincas. Para que un animal no sea exterminado, sino que sea capaz de sobrevivir  pese a recibir esa presión, ha de ser un prodigio de adaptabilidad y capacidad de adaptarse hasta a los medios más hostiles, ese animal es el chacal de lomo negro.

Chacal de lomo negro

Chacal de lomo negro

Yo había hecho muchos Safaris, y había tenido varias veces oportunidades de verlos, e incluso alguna vez había podido realizar un rápido disparo de lejos, a un blanco poco mayor que un zorro, que corría como el viento por entre el pasto amarillo. Tenía muchísimas ganas de hacerme con uno, y nunca llegaba el momento. Estábamos cenando en casa de Trevor Datnow, y él había invitado a cenar a un ganadero vecino suyo que criaba ovejas Dorpers de cara negra y que se lamentaba amargamente de la cantidad de corderos que le mataban los chacales.

Ovejas Dorpers de cara negra

Yo le pregunté cuanto me cobraría por ir a cazar chacales a su finca, a lo que me respondió “Nada… gratis”, pero estos sudafricanos no pierden dinero nunca… así que tres segundos después se lo pensó mejor, rectificó y me dijo “bueno… si lo matas gratis… pero si lo fallas 50 dólares”. Al día siguiente estábamos en la finca de las ovejas de cara negra al amanecer buscando a los famosos chacales asesinos de corderos.

Después de una hora dando vueltas, cuando ya pensábamos que no veríamos ninguno, vimos bajar por una ladera un chacal que se dirigía hacia el aprisco de los corderos, él no nos había visto, y bajaba tranquilo, de modo que me tomé mi tiempo, me apoyé bien y le disparé. El animal dio una voltereta, y tuve la suerte de que lo alcancé un poco trasero, de modo que pude disecarlo porque la piel no estaba dañada.

Los sudafricanos estaban muy sorprendidos de que yo fuese a gastarme dinero en disecar un chacal, que para ellos era la misma peste, pero yo sabía las ganas que le tenía y lo que me había costado hacerme con uno… todo sea dicho de paso, aquel no me costó dinero porque el ganadero quedo encantado de que lo hubiese matado… y tal y como me había dicho… fue gratis.

 

. El Bushpig

Mi espinita clavada en la fauna africana es el bushpig, puesto que es un animal al que le tengo muchas ganas y que hasta la fecha no he conseguido hacerme con él. Cuando un cazador español al que le gustan los jabalíes viaja a África, en lo que debería pensar es en el difícil Bushpig, y no en los facocheros. Mientras los facocheros se alimentan de día, son cortos de vista y más bien facilones; el bushpig es realmente esquivo, listo y nocturno, un verdadero reto para el cazador. El bushpig si que es un pariente cercano de nuestro jabalí europeo, tanto en su morfología como en su comportamiento.

Bushpig Macho

Estábamos cazando en el Eastern Cape, en una preciosa concesión que tenemos junto al mar, una zona donde se podían cazar oribis y los Bushbucks del Cabo hasta en las mismas dunas de las playas del Océano Indico. Por la noche nos pusieron a la espera de los Bushpigs, en un prado donde había parido una vaca un ternero sin vida, y nos dijeron que los bushpigs acudirían allí a alimentarse. Nos pusieron a 20 metros del ternero muerto, cosa que a mí me pareció demasiado cerca… y como es lógico los cerdos no aparecieron. Nos retiramos hacia media noche a dormir, y a la mañana siguiente vimos por las huellas que los cerdos habían venido después de retirarnos nosotros, como era de esperar.

A la noche siguiente nos volvieron a poner, y esta vez situaron la espera a 150 metros del cadáver… donde era prácticamente seguro que no nos detectarían… como así fue. Lo que no contábamos nosotros era con tener que disparar a esa distancia y de noche… donde mi visor de 1-4 aumentos con campana de 20 mm era absolutamente inadecuado; gracias a que llevaba punto rojo y que había luna llena, yo era capaz de distinguir unos bultos negros comiendo en la ternera, así que le puse el punto rojo más o menos encima del mas grande y le dispare.

El bushpig chilló, y toda la manada salió corriendo en una dirección, y el que yo había disparado salió en dirección opuesta… comportamientos ambos típicos de haber recibido el proyectil; pero aunque lo buscamos por todos lados no apareció el bicho ni rastro de sangre alguno. A la mañana siguiente fuimos con perros de rastro, que no encontraron nada… así que ni yo conseguí mi bushpig, ni me cobraron nada porque no apareció sangre… de modo que en mi caso… el bushpig sigue en la lista de los animales pendientes de venirse para mi casa.

 

. Felinos

Hay varios pequeños felinos que son especies muy dificiles y muy interesantes de cazar, como lince caracal, gato salvaje africano o Serval… Los trataremos todos ellos en posts específicos.

Caracal Linx

Para determinar las armas adecuadas para cazar estos animales que no son antílopes, puedes seguir ese post específcio

http://huntingafrica.org/wp-admin/post.php?post=13&action=edit

 

 

Nos vemos cazando en Africa

Jose Maria Aranda

www.spitskopsafaris.com

 

 

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mayo 12th, 2017 by JM Aranda

 

 

El mito del Bufalo Cafre

 

El Búfalo Cafre (Syncerus caffer) es un animal que ha inspirado leyendas; el gran buey salvaje africano ha sido siempre sueño (y en algunas ocasiones pesadilla) para muchos cazadores que han ido a África en su busca. Para algunas tribus africanas el búfalo es nyati, “la muerte negra”, ya que la carga de un búfalo herido es aterradora… y quien se enfrenta a ella nunca la olvida. Pertenece por derecho propio a los “Big Five”, a los conocidos “Cinco Grandes” de la caza peligrosa del mundo.

 

Hay otros “toros salvajes” que se pueden cazar en diversos puntos del planeta. Los enormes búfalos de agua asiáticos, que se pueden encontrar en Argentina o en Australia, o los bisontes americanos (mal llamados búfalos por el gran público)… pero ninguno le llega ni de lejos a la agresividad y al mal temperamento que demuestra el búfalo africano…; es su fama de animal peligroso y vengativo la que hace latir a cien el corazón del cazador que lo persigue.

Caffer Buffalo

Bufalo Cafre

El cazador español parece tener dos especies “icono”, que son las que más demanda cuando viaja a África… el humilde facochero, porque nos recuerda nuestros duros y esquivos jabalíes… y el búfalo… que a nuestros ojos se muestra como el toro bravo , negro y peligroso, que pasta en nuestras dehesas ibéricas. Los organizadores de Safaris que no están demasiado acostumbrados a tratar con clientela española no dejan nunca de sorprenderse de la insaciable sed de cochinos de cualquier especie (facocheros, bushpigs, potamoqueros… da lo mismo) que muestra el cazador español… y su gran demanda constante de búfalos y la admiración hacia esta especie.

 

Quizás porque el cazador español sabe lo que es acercarse a un “toro” salvaje, y el peligro que entraña… le da un valor especial a la caza del búfalo africano… que otros cazadores de otras nacionalidades tardan mucho más en entender.

 

Bufalo en la sabana

Bufalo en la Sabana

 

Subespecies y distribución geográfica

 

El búfalo cafre, o búfalo africano se extiende prácticamente por toda África, pero atendiendo a su distribución geográfica por el continente el Safari Club Internacional (SCI) distingue cinco subespecies del mismo.

  • búfalo cafre o búfalo del cabo (Syncerus caffer caffer) que es el que da nombre al grupo, por ser el mayor de tamaño, el mas frecuente y el más representativo de todas las subespecies. Los machos adultos presentan un gran “boss” que es como se denomina al característico “casco” de cuerno que cubre completamente su frente de lado a lado.
  • búfalo del Nilo o búfalo equinoccial (Syncerus caffer aequinoctialis), que habita el África central, Chad, valle del Nilo. Se trata de un animal de algo menor talla, y cuyos cuernos se caracterizan por volver hacia atrás. Normalmente se evalúa si un búfalo es o no del Nilo situando el cráneo sobre el suelo, de modo que se compruebe que los cuernos no deben tocar el suelo.
  • búfalo de bosque o búfalo enano (Syncerus caffer nanus) habita las zonas de selva de Angola, Congo, Nigeria y selvas del África Occidental… Es una animal de color rojizo de mucha menor talla que los anteriores. Normalmente su trofeo es muy discreto comparado con el de sus primos, y además carece del característico “boss” frontal duro que presentan los otros.
  • búfalo de sabana del África Central (Syncerus caffer brachyceros), es un búfalo de tamaño medio, algo menor que el búfalo del Nilo, que habita las planicies de la República Centroafricana y el Sur de Chad.
  • búfalo de sabana del África Occidental (Syncerus caffer planiceros), es de menor tamaño, algo mayor que el búfalo de bosque, y con una cuerna muy similar a éste. Recientemente el SCI ha decidido separar estas dos últimas subespecies, ya que están taxonómicamente bastante diferenciadas, y este búfalo, que habita en Benin, Burkina Faso o Camerún es considerablemente menor que el centroafricano.

De entre todas las subespecies que reconoce el SCI y Rowland Ward, la más abundante, y la que con mayor frecuencia nos vamos a encontrar cazando es el búfalo del cabo, que es la de mayor tamaño, la más agresiva y la que mejor trofeo porta. Esta es la que se extiende por la zona Sur y Este del Continente Africano, que son los destinos cinegéticos más habituales para el cazador internacional (Sudáfrica, Tanzania, Zimbawe, Bostwana, Mozambique…)

 

Cape Buffalo

Bufalos bebiendo, dos viejos machos

La Caza

 

La caza del búfalo, sea cual sea la subespecie que andemos persiguiendo… es una caza arriesgada, que genera mucha adrenalina en el cazador, por que hay una latente sensación de peligro en todo momento. Es por eso que se trata de un caza que produce verdaderos “adictos” y que hay enamorados de la caza del búfalo… que repiten año tras año su experiencia en busca de esta especie.

 

El búfalo se rececha a pie, como se hacía hace un siglo, caminando con el viento de cara… y se buscan distancias de tiro inusualmente cortas. Para el cazador habituado a la caza de otros herbívoros mucho más recelosos (ya sean ciervos, antílopes, cabras…) le parecerá sorprendente que la distancia habitual de tiro del búfalo cafre estará por debajo de los 50 metros.

 

Se trata de una caza de corta distancia, rarísima vez se habrá de disparar por encima de los 70-80 metros, y en zonas cerradas, con frecuencia nos veremos en tiros “sucios” a distancias de 15-20 metros. No es un tiro con gran dificultad técnica, y con mucha frecuencia se siguen usando rifles sin visor, ya que a esas distancias los visores no son necesarios… y en el caso de que se produzca una carga de un animal herido, es mucho más fácil encarar instintivamente un rifle sin visor, y encontrar al animal.

Sin embargo, lo que resulta un tiro sencillísimo a 30 metros en un campo de tiro, apuntando a una diana de cartón; cuando nos encontramos a 30 metros de un búfalo cafre que levanta el morro y nos mira amenazador… con los nervios del momento y la adrenalina a chorro por las venas… puede resultar que el tiro deje de ser tan sencillo.

 

En áreas donde hay mucha caza furtiva por parte de las poblaciones nativas, lamentablemente podemos encontrar con cierta frecuencia con búfalos que han recibido disparos no mortales con armas antiguas y/o de pequeños calibres, no adecuados para la caza del búfalo. Como consecuencia de esos disparos el animal puede tener viejas heridas abiertas y/o infectadas que le están haciendo sufrir mucho dolor; estos animales identifican al hombre como causante de su mal, y pueden cargar contra los cazadores sin mediar provocación alguna, incluso superando su natural tendencia a alejarse de los humanos. Estos búfalos heridos previamente por cazadores furtivos o por trampas o lazos han sido protagonistas de numerosos incidentes graves con cazadores, y son especialmente peligrosos.

Cuando intentamos elegir un macho que tirar hay normalmente dos posibles objetivos, un macho dominante, que se encuentra dentro de una manada, rodeado de hembras y terneros; o un viejo macho solitario de los conocidos como “dagga boys”. Los machos dominantes  reproductores suelen estar en la flor de la vida, son hermosos y poderosos, y se encargan de defender su manada de cualquier ataque; su caza representa un reto importante, ya que el acercamiento a la manada siempre es muy complicado al haber muchos centinelas, que al menor descuido, se echaran a correr arrastrando a toda la manada. Se suelen caracterizar por cornamentas con mucho desarrollo, con mucha envergadura, y puntas relativamente altas, pelajes brillantes, y musculatura del cuello muy poderosa, auténticos guerreros y señores de su harén.

 

Los “Dagga Boys”, son los que los africanos llaman los “chicos del barro” (dagga significa barro en Zulú), éstos son los viejos machos, que ya no son reproductores, y que tras duras peleas por el liderazgo han sido expulsados de la manada por machos más jóvenes y fuertes. Normalmente estos viejos búfalos se reúnen en pequeños grupos, que viven separados de las manadas y disfrutan de esos baños de barro que los libran de los molestos parásitos. Estos búfalos son animales viejos, cuyos cuernos se han ido desgastando en longitud con el paso de los años, y son tienen menos envergadura que los de un macho dominante, a cambio, su “boss” se ha seguido desarrollando sobre su testuz y llega a formar un impresionante casco sólido entre ambos cuernos, el sueño de todo cazador.

 

Los cazadores solemos buscar con ahínco esos “Dagga Boys” ya que son el ejemplo idóneo de lo que debe ser la caza deportiva, el cazar un gran búfalo solitario, curtido en batallas con cien enemigos, quien sabe si con leones, con cuernos pulidos y desgastados por el uso… un viejo macho que ya nunca volverá a reproducirse… porque su época dorada ya pasó. Que más se puede pedir a la caza… hasta un ecologista reaccionario habría de rendirse ante esta evidencia, ese viejo búfalo que ya ha sido rechazado por la manada, con una impresionante cornamenta de “boss” sólido, es el objetivo perfecto del cazador.

 

 El trofeo

 

En cuanto al trofeo del búfalo, vale la pena señalar que tradicionalmente se solían valorar los búfalos por su envergadura, es decir la apertura máxima de sus cuernos. Esta era forma de valoración habitual que indicaba RW, pero esto representaba un problema ya que se primaba la caza de animales más jóvenes todavía en fase reproductiva, cuyos cuernos no habían sufrido ningún desgaste, y que en ocasiones ni siquiera presentaban un “boss” duro y bien desarrollado.

Viejo Bufalo con picabueyes

Viejo Bufalo con picabueyes

La valoración del SCI, que actualmente está tomando mucha fuerza, y que se considera más ajustada a la caza sostenible, valora la longitud de los cuernos y también la anchura del “boss” del animal, de modo que los viejos machos, cuyos cuernos han sufrido un desgaste y son más cortos, tienen por el contrario una excelente valoración por la anchura de su “boss”. Esta nueva tendencia hace que se valoren mucho los trofeos de esos viejos “dagga boys”, que quizás no tienen tanta envergadura, pues sus cuernos se han ido desgastando con el paso de los años, pero que presentan un desarrollo impresionante en su “casco” de cuerno sobre la testuz.

bufalo

Bufalo emboscado, esas zonas les encantan

La forma de los cuernos no tiene relevancia a la hora de valorar un búfalo, y es algo que solo afecta al gusto personal de quien los ha de cazar. Los hay desde muy abiertos, hasta completamente rizados, o hay machos cuyas puntas vuelven hacia atrás. Ninguno es mejor que otro, y simplemente  en unas zonas son más frecuentes unas formas que otras, sin que por ello tengan más o menos valor cinegético. Un búfalo joven tiene las puntas de los cuernos muy altas, por encima del nivel del cráneo, y el “boss” no está completamente endurecido; conforme va envejeciendo, los cuernos se van desgastando y reduciendo su longitud, mientras que el “boss” se sigue desarrollando, ensanchándose y haciéndose más y más sólido.

 

Para valorar en el campo, a simple vista un búfalo, la referencia que debemos tomar son sus orejas cuando nos mira de frente.  En un buen búfalo las orejas deben quedar por dentro de la curvatura interior de los cuernos, y se considera un búfalo excelente aquel que le quepa “un paquete de tabaco” entre el extremo de las orejas y la curvatura interior de los cuernos. Pero sobre todo lo que el cazador debe buscar siempre es abatir un buen búfalo maduro, viejo, con un buen “boss” que le otorgue personalidad, y que sea el testimonio de haber pasado una vida dura, que le ha llevado a convertirse en un veterano “dagga boy”.

 

Pero en el caso de los búfalos, hay que recordar que todo macho maduro, cazado con un buen lance, que haya hecho sentir al cazador la adrenalina de haberse visto las caras con “la muerte negra” es un excelente trofeo, que debe hacerse sentir orgulloso al cazador que lo ha podido abatir.

 

 

Los calibres adecuados

 

Los búfalos encajan muy bien los tiros… son animales excepcionalmente duros… y es muy difícil derribarlos al primer disparo. Es por esto que a pesar de que el mínimo legal para cazarlos en casi todos los países es .375 (en algunos es el 9.3mm), es muy recomendable usar calibres aun más contundentes.  Pero dado que el venerable 375 H&H es el más popular de todos los grandes calibres africanos (por su polivalencia y grandes cualidades balísticas), la mayoría de los búfalos que se cazan deportivamente son cazados con 375 H&H. No se usa frecuentemente el 375 H&H porque sea el calibre más adecuado, sino porque es el rifle que más habitualmente traen los clientes, que quieren cazar el búfalo de sus sueños con su propia arma, y en ocasiones llevan tiempo preparándose en sus países de origen para hacerlo perfectamente. Muy poca gente compra un rifle con calibre superior al 375 H&H, que saben que probablemente usarán dos o tres veces en su vida, y sin embargo si adquieres un 375 H&H es mucho más polivalente se puede utilizar en la caza de otras especies en distintas partes del mundo.

 

Balísticamente vale la pena destacar que mientras que un 375 H&H monta una punta de 300 grains y nos da unos 6300 julios de energía en boca; si pasamos a calibres del tipo 416 Rigby, montamos puntas de 400 grains con una energía de 7600 julios. Cualquier proyectil con peso de 400 grains o superior, es idóneo para la caza del búfalo, ya que el animal acusará más profundamente el disparo recibido que con los 300 grains de un 375 H&H. El 375 H&H mata los búfalos, por supuesto que los mata, pero cuando se le dispara con este calibre, aun con disparos bien colocados en el triangulo vital corazón-pulmones, el búfalo no “acusa” el impacto recibido, encaja bien el tiro, y comienza a correr tras la manada, para la desesperación del cazador que ha ejecutado un tiro impecable. El 375 H&H es un excelente calibre (uno de mis favoritos), y además es el calibre que más búfalos mata cada año… pero desde luego el cazador que lleva un 375 H&H en las manos no ha de sentir que lleva un “cañón” y que el búfalo va a rodar cuando le dispare… el 375 H&H es el calibre mínimo para cazar búfalos con seguridad.

375 H&H

375 H&H el calibre de leyenda

Por supuesto, en el caso de que se produzca una carga contra nosotros, y tengamos que realizar un disparo que detenga al animal… cuanto mayor sea el calibre que llevamos… mas posibilidades tendremos de poder pararlo. Y si hay una carga…  nos estamos jugando mucho. Hay una regla de oro en la caza de búfalos… “lleve el rifle más grande que usted pueda manejar con seguridad y confianza”.

 

Los tradicionales rifles dobles, o rifles Express son especialmente adecuados para la caza del búfalo, ya que permiten al cazador un segundo disparo de manera casi inmediata, con frecuencia antes de que el animal inicie su carrera, cuando aun está parado, acusando el primer disparo. Ese tiempo precioso que nos regala el rifle Express, al ahorramos al no tener que accionar el cerrojo para cargar de nuevo, nos puede permitir un disparo en mucha mejor situación… y con frecuencia es definitivo para derribar al búfalo. Los grandes calibres propios de los rifles Express, con puntas pesadas y lentas, como el 450/400; el 450 Nitro o el super conocido 470 Nitro, son calibres excelentes para enfrentarnos al búfalo cafre.

 

Los búfalos no suelen caer al primer disparo, y tampoco suelen cargar contra el cazador cuando encajan el tiro (alguna vez lo hacen… pero no es frecuente); de modo que si no le pegamos muy bien, lo normal es que el animal huya siguiendo a la manada. Si por el contrario va muy pegado, y la colocación del disparo es correcta, en unos cientos de metros el animal entrará en colapso, y morirá. Cuando el disparo no es mortal, y lo empanzamos o no alcanzamos órganos vitales, el seguirá a su manada y nos obligará a un peligroso pisteo.

 

En el caso de tener que pistear un búfalo herido, se trata de una de las situaciones más peligrosas que cualquier cazador puede vivir… ya que cuando un búfalo esta herido suele esperar emboscado a los cazadores… y cuando estos se acercan a él… lanza una carga mortal, a muy corta distancia, con intención de matar a quienes lo han herido. Si el búfalo carga, el disparo al corazón ya no vale, porque lo matará, pero no lo detiene, y aun herido de muerte llegará hasta nosotros; solamente un disparo al cerebro o a la columna vertebral es capaz de detener esta carga asesina.

Un blanco muy pequeño, que viene moviéndose arriba y abajo, un disparo de muy difícil ejecución, que es mejor no llegar a tener que hacer nunca, ya que ni el mejor tirador es capaz de asegurar con certeza que podrá poner su proyectil en el cerebro de un bufalo furioso que viene a la carrera hacia nosotros bamboleando su cabeza.

 

Las puntas que elijamos para nuestra munición son también determinantes para el éxito. Normalmente se recomienda que las dos primeras balas sean expansivas, tipo “soft point”, que expandan y hagan el mayor daño posible, y si alcanzamos la zona de corazón-pulmones (nuestro principal objetivo) hagamos mucho destrozo. Serán puntas expansivas, pero de camisa muy gruesa, para seguir manteniendo mucha penetración, ya que recordemos que nos encontramos ante uno de los animales más duros a los que nunca nos enfrentaremos.

Las balas sólidas también son adecuadas, ya que son las que nos permiten alcanzar los órganos vitales desde cualquier ángulo, o atravesar maleza o arbustos sin desviarse. En caso de carga del búfalo, las balas sólidas son las idóneas para buscar ese tiro al cerebro que consiga detener la carga. Así que la combinación clásica recomendada por los grandes cazadores profesionales africanos para meter en el cargador es “Blanda – Blanda – Sólida – Sólida”.  No es necesario recordar, que en este tipo de cacerías, que nunca son económicas, hay que llevar la mejor munición que podamos conseguir, y haberla probado suficientemente en nuestro rifle; la munición es la parte más barata del safari, y puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.

 

 

 

 Conclusión

 

Aquellos cazadores que están enamorados de África, aquellos que están completamente envenenados por la caza africana, saben que van a volver una y otra vez allí… mientras su edad y sus circunstancias se lo permitan… y también saben que acabarán encontrándose frente a frente con un búfalo cafre, eso es solo cuestión de tiempo…

 

El búfalo cafre es el más abundante en la Naturaleza de los “Big Five”, es el más cazado en todo África… y sigue siendo objeto de deseo por parte del cazador aun después de haberlo cazado.  Algo tiene esa mirada agresiva de un viejo macho cuando levanta amenazador el morro cogiendo viento… para intentar detectarnos…. Algo que te hace saber que el viejo búfalo siempre es un adversario formidable, y que si no haces tu parte muy bien… si te equivocas en algo, si tu bala no es la adecuada, o si no la sabes colocar donde debes… ese búfalo te va a vender cara su piel… a veces … muy cara.

 

Jose María Aranda

Spitskop Safaris

www.spitskop.co.za

 

Fotos : Autor, Jose Antonio Fernandez de Alava y Manuel López Martínez

 

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