junio 5th, 2017 by JM Aranda
Leopardo y sus hábitos
El leopardo es uno de los trofeos más buscados por todo cazador de safaris; el tener en tu sala de trofeos al gran felino manchado, a ser posible naturalizado completo, es un sueño para todo cazador. Sin embargo el leopardo es uno de los animales más difíciles de cazar y su caza es una de las que menor tasa de éxito tienen entre quienes lo intentan.
El leopardo es un cazador de acecho perfecto, su anatomía está hecha para matar; su cuerpo es alargado, sus patas relativamente cortas y poderosas, y su cabeza ancha con una potente mandíbula. Es un depredador súper adaptable, que se alimenta de aquellas presas que son más abundantes en su área de caza, desde roedores y pequeños duikers, hasta presas de gran tamaño como cebras y ñus; pero sus presas más habituales son los animales de tamaño medio como impalas, bushbucks o facocheros.
Leopardo
Es muy curioso que se trate de un animal con unas importantes diferencias de tamaño de unos ejemplares a otros. Los machos oscilan desde 40 hasta 90 kilos , mientras que las hembras habitualmente van desde los 30 hasta los 60 kilos ; son unas diferencias enormes, que dependen de la riqueza de presas de la zona (lo que hace que crezcan más o menos alimentados) de la competencia con otros grandes depredadores en su zona (suelen crecer más en áreas donde no hay leones y el leopardo es la cima de la cadena alimentaria) y finalmente también influyen factores genéticos (hay zonas de Zambia y Zimbawe donde se sabe que los leopardos tienen de manera natural mayor tamaño que en otras áreas).
El leopardo caza siempre solo, y campea cada noche patrullando su extenso territorio en busca de presas; solo se empareja durante un breve periodo de tiempo cada año en la época de apareamiento, y el resto del año lleva una vida discreta y solitaria. Muchos leopardos viven relativamente cerca de granjas o poblados nativos, y sus habitantes viven tranquilos durante años, sin imaginar que el leopardo tiene un cubil a solamente un par de kilómetros de su hogar… pero el felino es una presencia silenciosa en la noche, es un especialista en evitar a los humanos y por ello es prácticamente invisible para nosotros.
Distribución
El leopardo vive prácticamente en todo África, desde Sudáfrica hasta Egipto, y ha colonizado con éxito todos los hábitats posibles desde desiertos hasta selvas ecuatoriales dada su adaptabilidad.
Leopardo macho
Se trata de un animal incluido en las listas de animales amenazados del convenio CITES, el estar incluido en CITES es más por la percepción del mismo desde el mundo Occidental, que por la situación real de las poblaciones de leopardo africanas, donde mantienen densidades razonables en su área de distribución. Que mantengan buenas poblaciones no significa que sea fácil cazarlo… eso es otro tema.
Zimbawe, Bostwana, Tanzania y Zambia son destinos de primera línea en la caza de leopardos, y en los últimos años ha tomado mucha fuerza la caza de leopardos en Namibia, donde la población es alta y los precios son mucho más asequibles que en otros países. Sudáfrica también tiene una saneada población de leopardos, pero aquí los felinos viven más cerca de fincas de ganado o de poblaciones, y todos ellos se han enfrentado a cebos o a cazadores a lo largo de su vida, por lo que se dice que los leopardos sudafricanos son los más listos y difíciles de cazar, ya que están muy “enseñados” por su frecuentes encuentros previos con el hombre.
Calibres adecuados
El leopardo es el más pequeño de los “Cinco Grandes”, y por considerarse especie peligrosa en muchos países hay un mínimo legal de usar un rifle de calibre .375 o superior para toda la caza peligrosa. No tiene mucho sentido encuadrar un leopardo en el mismo grupo que un búfalo cafre… pero como en todo el mundo… la ley es la ley… y no tiene demasiada lógica.
Independientemente de las circunstancias legales, cualquier calibre medio de 7mm o superior con una buena bala de punta blanda es más que suficiente para cazar un leopardo. Se trata de un animal pequeño de modo que cuanto más blanda sea la bala mejor hará su trabajo, los felinos normalmente son muy sensibles al “shock hidrostático” de modo que buscaremos una bala rápida con punta muy expansiva. Así pues el rifle ideal será aquel de calibre medio con el que estemos más cómodos y tengamos más confianza en nuestro tiro.
Aunque la elección del calibre no es pues demasiado complicada, la de la óptica del rifle si que es esencial. Si vamos a tirar nuestro leopardo a la espera en un cebo, casi seguro realizaremos el disparo en condiciones de iluminación deficiente, de modo que se agradecerá tener una buena lente de campana grande, a ser posible con visor de retícula iluminada. Si por el contrario vamos a rastrear nuestro gato de día, con perros o con pisteros nativos, casi seguro haremos un tiro rápido e instintivo, y quizás incluso tengamos que hacer frente a una carga… para ese caso lo ideal es el clásico visor de 1-4 que es el que mayor campo de visión tiene.
La caza en cebo
La mayoría de los leopardos se cazan en cebo, éste es el sistema tradicional y que más se ha practicado siempre. Pero que nadie piense que esto es simplemente sentarse a esperar a que el gato entre a comer para hacerle un tiro facilón a 80 metros… nadie dijo nunca que cazar un leopardo fuese cosa fácil. Se trata de un juego de ajedrez entre los cazadores, que van situando distintos cebos en su área de caza, y han de acertar en que cebo entrará esta noche a comer el gato, para estar allí esperándolo.
Lo primero de todo es que el PH ha de conocer perfectamente de que se alimentan preferentemente la población de leopardos en su área, ya que ese será un buen cebo para atraerlo. Básicamente los cebos habituales son:
– impala, que es el antílope de tamaño medio más común, y que suele ser la presa más habitual de los leopardos.
– antílopes pequeños (como duikers, steenboks o klipspringer) aunque también son presas frecuentes de leopardo tienen el inconveniente de que un macho grande puede comérselos en una noche enteros, de modo que ya no regresara al día siguiente.
– facocheros y bushpig, también son presas habituales del leopardo y constituyen buen cebo.
– cebra o búfalo, un cuarto entero del animal. Como los leopardos también comen ocasionalmente esta carne, les gusta mucho, y tiene la ventaja adicional de que no se la pueden acabar por lo que regresan varias noches consecutivas a comer, incrementando nuestras posibilidades para estar allí esperándolo. Muchos cazadores profesionales dicen que la carne preferida por los leopardos es la de cebra, y que si consiguen que un leopardo entre a un cebo con carne de cebra las posibilidades de matarlo son de un 95% porque seguirá entrando a comer hasta terminar el cebo.
leopardo ha cazado un caracal
Hay un viejo dicho de los PH’s en África que dice que “Cuanto antes te pongas a esperar a tu leopardo antes lo matarás”. No es raro por eso empezar a espera entrando en el escondite preparado a tal efecto frente al cebo, justo después de comer, a eso de las dos o tres de la tarde, cuando aun quedan tres o más horas de sol, ya que se considera que hasta pasada una hora desde que hemos entrado en el escondite y hemos dejado ya de movernos y de hacer ruido, no vuelve la normalidad completa al entorno, y todos los animales vuelven a estar confiados.
Con estudios realizados con leopardos que iban provistos de collares con emisores de radiofrecuencia se ha comprobado que después de haber comido de una presa cazada, un 70% de los leopardos se alejaban durante el día a descansar en una sombra o en un árbol menos de 500 metros de su presa, para regresar a la noche siguiente a seguir comiendo de ella. Esto nos da una idea de lo importante que es la colocación temprana y silenciosa en el escondite, ya que el leopardo suele andar no muy lejos si ya comió de ese cebo la noche anterior.
En muchos países se caza con cebo, pero en la mayoría de ellos es ilegal usar luz artificial, lo que obliga a esperar al leopardo para tirarlo, si hay suerte con la última luz de la tarde, justo antes de que se deje de ver. Si la legislación del país permite usar focos, las posibilidades son mucho mayores, ya que la espera se alarga durante toda la noche, por si el leopardo aparece a comer en cualquier momento durante la noche, y no solo al atardecer.
Dicen los expertos que el elefante se caza con las piernas, el búfalo se caza con las pelotas, el león se caza con el corazón, y el leopardo es el animal que se caza con el cerebro, porque cuando lo estás persiguiendo tienes que ser más listo que él.
Leopardo macho enorme
Es muy importante hacer todas las cosas bien, poner un cebo adecuado, en una buena rama con buena visibilidad, que el escondite esté a suficiente distancia para que no te detecte el gato, mantener un silencio absoluto, que no le demos el aire… son muchos los factores necesarios para tener éxito… y si solo uno de ellos nos falla… el leopardo se dará cuenta, se esfumará, y ni siquiera lo habremos visto. Pero lo peor de todo es que cada vez que un leopardo detecta un engaño en un cebo y se escapa, se va con un nuevo truco aprendido, y cada vez se convierte en más listo, y es más difícil cazarlo.
Es por eso que en casi cada zona de caza hay siempre algún animal legendario, un viejo leopardo macho al que los cazadores de la zona llevan años alimentando en sus cebos, y que nunca han sido capaces de atrapar porque se sabe todos los engaños que podamos ponerle, y cada vez es más y más precavido.
Si todo sale bien, y después de varios días y muchos esfuerzos logramos llegar a tener un leopardo en el visor, y estamos apuntándolo desde nuestro escondite, hemos de tener en cuenta que:
- Tomemos todo el tiempo que sea preciso para puntar correctamente, ya que nos ha costado mucho llegar a tener esta oportunidad.
- El rifle debe estar bien asentado en un apoyo, para evitar cualquier movimiento que reduzca nuestra estabilidad y nuestra precisión.
- No buscamos un buen tiro a los pulmones que mate al gato en dos minutos, queremos un tiro perfecto, para que el gato esté ya muerto cuando caiga al suelo, hemos de pasarle el corazón.
- En todos los felinos el corazón está muy bajo y retrasado, hay que tirar por detrás del hueso de la pata, a la paletilla. Es el momento adecuado para recordar todos esos graficos de anatomia del leopardo que habremos memorizado si hemos hecho bien nuestros deberes en casa.
- No debemos tirar al leopardo cuando esté de frente dándonos el pecho, es un blanco muy pequeño
- Evitaremos tirar al gato si está echado en una rama, ya que el esa posición los órganos vitales modifican su posición natural y el corazón está prácticamente encima de la rama, es un tiro muy complicado que solo haremos si no hay absolutamente ninguna otra opción.
- No deberiamos tirar si el gato está levantado sobre dos patas, sujetando el cebo con las garras. El esa poción los omoplatos se desplazan hacia delante, por lo que ya no nos sirven de referencia para localizar el corazón del animal.
Cuando se tira desde un escondite a un leopardo comiendo en un cebo en la rama de un árbol, que normalmente está a un nivel superior al nuestro, hay que recordar que es preciso apuntar ligeramente bajo, ese es uno de los motivos habituales de fallar un disparo fácil a un blanco parado a 80 metros. En la noche o en la ultima luz del atardecer, con frecuencia es difícil saber que ha pasado justo después del disparo, los profesionales viejos dicen, que si oyes como el leopardo golpea en el suelo es que ha caído muerto, y es buena señal, si el gato simplemente ha desaparecido y no has oído nada… es que ha caído sobre sus patas… sigue vivo… y ahora empieza el baile.
No te pierdas las imagenes de leopardo matando un facochero
Leopard vs. warthog – Leopardo caza un facochero
La caza sobre el rastro o con perros
En los últimos años, debido a que la caza en cebo es muy sacrificada y además tiene un porcentaje de éxito mediocre, ya que hay muchos factores que pueden salir mal; ha ido cobrando más fuerza la otra forma de cazar leopardos, que es durante el día, y en la que los cazadores tienen un papel mucho más activo.
La caza con perros es tan efectiva, que está prohibida en muchos países, porque se considera que el leopardo tiene pocas posibilidades de escapar de sus perseguidores una vez que le ponemos a los sabuesos sobre su rastro. Pero en los sitios en los que está autorizada, es una buena opción que se puede tener muy en cuenta.
El conocido escritor y cazador Craig Boddington con un leopardo cazado con sabuesos
Se utilizan perros sabuesos especialmente entrenados para seguir el olor de los felinos, y una vez que se localiza un rastro fresco, que por el tamaño de las huellas nos indica que es un ejemplar que nos interesa, se libera a los sabuesos.
En esta caza es esencial el tener una buena forma física para intentar seguir a los perros de cerca en su persecución, ya que si el gato se sube a un árbol, o es acorralado en alguna cueva, hay que llegar al lugar lo antes posible, porque el leopardo, suele aguantar solo unos minutos la posición hasta que decide atacar a los perros, o simplemente saltar por encima de ellos y volver a correr, con lo que vuelve a iniciarse de nuevo la fiesta. Sin embargo quienes la han practicado dicen que el momento del disparo, un tiro imposible de fallar, a 20 metros sobre el felino acorralado en una rama del árbol, no deja buen sabor de boca al cazador, ya que le ha quitado toda su magnificencia y su nobleza al animal.
En el Kalahari, se usa otra técnica de caza a la huella, mediante el uso de los rastreadores nativos bosquimanos de la zona, es muy similar a la que se usa para la caza de los leones a la huella. Se localiza un rastro fresco por la mañana y los cazadores se ponen sobre el rastro con la ayuda de un par de pisteros bosquimanos (que tienen un talento natural para el rastreo). Si hay mucha suerte podremos localizar donde el leopardo se ha encamado, o el árbol donde está adormilado en una rama, y podremos hacer un tiro fácil.
La mayoría de las veces, el leopardo ve a los cazadores antes que se le localice a él, y discretamente se va, con lo que los bosquimanos siguen sobre sus huellas, una y otra vez, sin perder nunca el rastro, y el gato se siente cada vez más acosado. Esta modalidad de cacería implica mucho riesgo, la adrenalina va a tope y suele acabar con un gato rugiéndonos amenazador desde bajo unos espinos o en muchos casos con un leopardo furioso por sentirse acosado que carga contra los cazadores, al que hay que tirar a la carrera.
Un leopardo herido
Si hay algo que todos los PH´s del mundo odian es tener que ir detrás de un leopardo herido… y si ustedes tienen la desgracia de algún día tener que hacerlo se darán cuenta de porqué. La sensación de peligro que se siente es completamente real, porque los dos animales más peligrosos para seguir cuando están heridos son el búfalo cafre y el leopardo.
leopardo enfadado
Un leopardo herido es un serio problema, ya que el felino va estar esperando a los cazadores cuando vayan a por él. Estará reventado de dolor, furioso y sediento de venganza… y su mimetismo con el terreno es tal, que puede esperarnos inmóvil en el sitio que él decida, para hacernos una emboscada, y lanzara un ataque asesino por sorpresa a muy corta distancia, y nosotros tendremos poquísimo tiempo para reaccionar. Cuando se pistea un leopardo herido hay una máxima fundamental, avanzar muy despacio y todos muy juntos, porque si ataca el gato, es mejor presentar un blanco compacto que abra fuego contra la carga del animal todos a una.
375 H&H el calibre de leyenda
Lo que hablamos antes sobre el rifle adecuado para cazar leopardos nada tiene que ver desde este momento, aquí ya no valen los calibres pequeños, ni los calibres rasantes… aquí hablamos de poder de parada… tenemos que parar a un animal que va a atacarnos a 10 metros y que nos va a saltar al cuello.
Hay profesionales que prefieren una escopeta con posta o perdigón lobero; pero en disparos a la cabeza se ha demostrado que en ocasiones debido al grosor y la forma del cráneo muchos perdigones patinan por la superficie del hueso sin penetrar en el cerebro y sin parar el ataque del gato. Por ello la gran mayoría de profesionales prefieren un rifle de calibre pesado, es aquí donde ese calibre .375 o superior hace falta, con puntas muy blandas y expansivas, preferiblemente sin visor, para hacer un tiro rápido instintivo. Si dispone de un rifle Express de dos cañones, con un calibre pesado de tipo .470 o .500 Nitro… no lo dude… hoy es el día adecuado, cójalo.
Leopardo con un facochero
Conclusión
La caza del leopardo es uno de los grandes sueños para el cazador, es una caza que implica un importante desembolso económico, y además no se puede hacer en una semana, sino que dada su dificultad hay que planear un safari de dos o incluso tres semanas para tener posibilidades reales de éxito.
Es difícil mentalizarse para esta caza, que nada tiene que ver con el resto de especies, pero hay van algunos consejos
- el más importante es que entienda que es muy posible que vuelva a casa sin su leopardo. No importa lo que le hayan dicho, y menos aun lo que le hayan garantizado ninguna empresa de caza… el leopardo no está deacuerdo con esa garantía y hará todo lo que está en su mano para que usted no pueda dispararle.
- una vez asuma que es posible que gaste su dinero solamente en intentarlo, y que no lo consiga, ya tiene usted la mentalidad adecuada para cazar el leopardo.
- el leopardo no se caza con prisas, es una caza que necesita tiempo, hay que engañar a uno de los animales más listos de África. Si usted no puede permitirse como mínimo 15 días de safari, mejor cace este año otra cosa, y guarde su dinero para otro año que pueda invertir en su leopardo el tiempo necesario para tener buenas posibilidades de éxito.
El leopardo es un animal peligroso, es uno de los animales de África que causa más accidentes de caza cada año, ya que cuando carga contra los cazadores es un blanco pequeño, muy rápido y tremendamente feroz. Dicen los PH´s en África que si dejas que un leopardo se te eche encima, por cada segundo que esté encima de ti, hasta que tu o tus compañeros lo matéis, te van a tener que dar cien puntos de sutura después en el hospital.
Y sin embargo… algo tienen los leopardos, una belleza agresiva, que nos atraen infinitamente… Quizás tienen ese atractivo porque para, mi son el corazón salvaje e indomable de África.
Jose Maria Aranda
arandalaudo@gmail.com
Spitskop Safaris
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