mayo 6th, 2018 by JM Aranda
Klipspringer, uno de mis animales favoritos de Africa sin duda ninguna. Su nombre quiere decir en Afrikaans «salta rocas«, porque es alli donde siempre lo encontraremos.
1/ Introducción
El Klipspringer (Oreotragus oreotragus), es un precioso antílope pigmeo, de características únicas. Su nombre significa literalmente “Saltarrocas” en Afrikáans, y los sudafricanos con su hábito de acortar las palabras largas suelen referirse a él cariñosamente como “Klipy”.
Pareja de Klipy
Se trata de un antílope muy especial, con características únicas que hacen de él una especie completamente distinta a los antílopes que cualquier cazador consigue en un Safari normal en África. Esto unido a que su morro corto y cabeza redondeada le confieren una imagen muy atractiva, lo convierten en un trofeo con muchísima personalidad.
2/ Distribución Geográfica
Distribucion del Klipspringer en Africa
Se trata de una especie de montaña, y por ello únicamente lo encontraremos en hábitats montañosos y con roquedos donde el animal encuentra una buena defensa ante los depredadores.
Su distribución geográfica es amplia, ya que se extiende por casi todos los países del África Oriental, desde Mozambique hasta Kenia, Tanzania, Sudan y Etiopía; en el el África Occidental, desde Sudáfrica hasta el Sur de Angola. También hay dos pequeñas poblaciones aisladas en el África Ecuatorial en la República Centroafricana y en Camerún.
Sin embargo, su presencia en un área geográfica enorme, que ocupa más de dos tercios del África subsahariana, no significa en absoluto que se aun animal frecuente y común en los países en los que está presente. Más bien lo contrario; su adaptación a un medio muy exclusivo, hace que sus poblaciones sean pequeñas y dispersas, de muy baja densidad, y circunscritas a zonas geográficamente muy concretas.
Pese a que su localización se reduce única y exclusivamente a las zonas donde la orografía del terreno es lo bastante rocosa y montañosa para que el animal se sienta protegido, por el contrario tiene a su favor que es una especie que puede tener unas densidades relativamente altas. Por ello, en los sitios donde hay una zona adecuada, y hay una colonia próspera de Klipspringer, su población es alta.
En cuanto a su situación, no es delicada, debido fundamentalmente a dos factores. El primero es que muchas de las zonas donde habita son zonas protegidas (parques Nacionales, Reservas de caza, etc…) y la segunda y más importante es que en las áreas remotas y de difícil acceso que son sus hábitats preferidos, la presión del furtivismo es escasa.
3/ Una adaptación única al medio hostil
Se trata de un antílope de pequeño tamaño, mide solamente unos 55-60 centímetros a la cruz, y rara vez sobrepasa los 12-13 kilogramos de peso (las hembras son algo mayores). Es uno de los ejemplos más claros de adaptación de un animal a un medio, a un hábitat muy específico.
El Klipspringer ha desarrollado una capacidad de andar sobre las puntas de sus pezuñas; de modo que una minúscula superficie en una roca, es suficiente para que apoye las puntas de sus diminutas pezuñas y pueda desplazarse con seguridad por zonas donde ningún otro animal es capaz de encontrar un sitio donde pisar. Es muy conocida la capacidad asombrosa que tiene de juntar sus cuatro diminutas pezuñas en una pequeña superficie del tamaño de una moneda, y estar cómodamente equilibrado en esa posición.
Klipspringer
Esta capacidad excepcional es debida a que cuando pisa, no apoya completamente la base de su pezuña (como hacen todos los ungulados), sino que únicamente se sostiene todo el tiempo sobre las puntas de los cascos. Esos cascos tienen una consistencia como de goma dura, y contribuyen a absorber los impactos de los grandes saltos que da el animalito entre las rocas.
Poder desplazarse por paredes casi verticales, a la carrera, y encontrar apoyo en paredes donde ningún otro animal puede desplazarse, le dan una enorme ventaja frente a sus depredadores naturales. Zorros, chacales, babuinos y leopardos, que son cazadores habituales de Klipspringer, tienen serias dificultades para moverse por ese terreno, donde el pequeño antílope puede desaparecer de nuestra vista en tres saltitos. Sin embargo, las serpientes y las grandes rapaces (como águilas y grandes búhos) sí que pueden atacarlos desde su mismo terreno o desde el aire, y son por ello su principal amenaza.
Macho de Klipspringer descansando en una roca
Su adaptación al medio montañoso es tan perfecta, que el pequeño antílope es capaz de conseguir el agua que necesita para sobrevivir de la humedad de las plantas de las que se alimenta; por ello prácticamente nunca necesita abandonar la seguridad que le ofrecen las rocas para bajar a los cauces de agua a beber.
3/ Su caza
La caza del Klipspringer poco tiene que ver con la de los antílopes que normalmente se cazan a lo largo de un Safari.
Cazador con trofeo enorme
Su primera dificultad estriba en que normalmente tendremos que desplazarnos a una zona de caza diferente, sólo para poder encontrar el terreno donde habita este pequeño antílope, y además en este hábitat serán pocas las especies que podremos cazar. Esto hace que muchos cazadores no estén dispuestos a dedicar dos o tres días de su Safari, a conseguir esta especie, y por ello es un trofeo poco frecuente en las colecciones de trofeos.
Una vez que sí que nos hemos decidido a desplazarnos a una zona de caza específica donde encontrarlo, y dedicarle unos días para poder conseguirlo, entonces nos enfrentaremos a la dificultad real de la caza de un buen macho de Klipspringer.
Macho de Klipspringer
Desplazarnos por terreno rocoso y abrupto, no suele ser tarea fácil, y nuestro objetivo suele quedarse inmóvil en las zonas altas de su territorio, observando como los humanos sudamos tinta moviéndonos por ese entorno hostil, y nos afanamos en intentar localizarlo con los prismáticos.
El antílope se siente seguro en las zonas altas de su pequeño territorio, y no es fácil de localizar. Nuestro difícil objetivo es poder localizarlos entre las rocas pese a su excelente mimetismo, y realizar un disparo a media/larga distancia sobre un animal parado. Aunque es la situación ideal, la que deberíamos buscar, es muy complicado que seamos capaces de verlos a ellos sin que ellos nos hayan detectado antes, y que podamos hacerles una entrada que nos permita reducir la distancia de tiro.
Esta especie no es de bajo precio, de modo que vale la pena usar un rifle adecuado para cazarla, sin arruinar el trofeo. El rifle de calibre medio de uso general que estemos usando en cualquier Safari de antílopes no es el rifle adecuado para esta especie. Usar un calibre excesivamente grande para matar un animal pequeño y delicado como este provocará heridas masivas, y podría arruinar la piel. Mucho más acertado es el uso de un calibre de tipo 243 Winchester, 222 Remington, o 22-250; con proyectiles ligeros de 45-65 grains, más que suficientes para hacernos con este diminuto antílope.
Sería especialmente recomendable elegir una óptica de calidad, y con suficientes aumentos para asegurarnos hacer disparos efectivos a una distancia de 250-300 metros sobre un blanco muy pequeño como éste.
En cuanto al trofeo, los machos tienen cuernos cortos, cónicos, muy afilados, que están anillados en su parte inferior, y que pueden llegar a medir hasta 12-15 centímetros; y cabe mencionar que en algunas zonas del África oriental se dan casos de hembras con cuernos con cierta frecuencia.
4/ Taxidermia
Este es un antílope que en la mayoría de los casos se caza con la idea de hacer con él una bonita taxidermia, ya sea de pecho o bien de cuerpo entero.
Al ser un animal de pequeña talla, el coste de hacerlo entero no es demasiado elevado (normalmente cuesta entre 400 y 550 euros), de modo que son muchos los cazadores que acaban realizándolo de cuerpo entero, que es como mejor se aprecia las características únicas de la especie.
Sin embargo, dadas las características únicas del pelaje de esta especie que es corto, hueco y grueso, y que lo protege muy bien en invierno de las bajas temperaturas y del viento y en verano del sol abrasador africano; se trata de un pelaje especialmente delicado. Inmediatamente después de matarlo, hay que despellejar al animal, con gran cuidado, sin agarrar la piel en ningún momento con violencia, porque si la agarramos suelta el pelo inmediatamente. Así pues para que llegue en perfecto estado hasta nuestro taxidermista, hemos de tratarla con infinito cuidado, y hacerlo inmediatamente después de cazarlo, si esperamos aunque sean dos horas a hacer este trabajo, la piel no vale ya para nada.
Seguro que los Cazadores Profesionales (PH) que guían su cacería lo saben y lo controlan, pero nunca está de más el saberlo nosotros y el preocuparnos de recordar a nuestros PH el interés que tenemos en que ese trofeo llegue en perfecto estado hasta nuestro taxidermista, y que esa tarea de despellejado debe hacerse de la manera más rápida y eficaz posible.
5/ Conclusiones
Una de esas especies de las que te enamoras en cuanto las ves, este pequeñín te roba el corazón desde la primera vez que lo ves saltando alegremente de roca en roca, por un terreno en el que nadie diría que ningún animal pudiese encontrar donde poner las pezuñas.
Un gran macho de Klipspringer
Los mayores hándicaps para los cazadores suele ser lo remoto y aislado de los hábitats donde podemos encontrarlo, y con frecuencia eso hace que el cazador deseche la posibilidad de ir a por esta especie. El maldito mundo moderno y veloz en el que vivimos hace que incluso a la hora de planificar un Safari lo hagamos con el calendario delante, viendo los días que podemos dedicar, y donde vamos a estar cazando en cada momento. Cuando planificamos un Safari deberíamos hacerlo al estilo africano, sin agenda… porque Safari quiere decir precisamente eso… “viaje”. Vayamos a cazar sin presión, sin agenda… si decidimos ir a las montañas a cazar nuestro pequeño Klipspringer… hagámoslo sin mirar el calendario, cuando lo hayamos cazado ya regresaremos y seguiremos cazando otras especies, ese es el secreto para disfrutar de un viaje en África, adaptarse al ritmo de vida africano, y a su “tempo” para hacer las cosas.
El Klipspringer es una de esas especies que destacan en cualquier sala de trofeos. Todos los cazadores lo conocen, muchos lo desean… y muy pocos se han hecho con él. Si usted tiene la oportunidad de disfrutar de su caza y de conseguir uno… no lo dude, y hágalo.
Nos vemos cazando en África
José María Aranda
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