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1/ Propinas : Introducción
Las propinas son un elemento que hace sentir incómodo a la mayoría de los safaristas, porque es algo que no controlan, y hay muchas informaciones confusas sobre este tema. El cazador español, por nuestra cultura, está acostumbrado a que la “propina” son las monedas del cambio que uno deja en el bar cuando le devuelven de tomarse un café, y deja unas monedas en la barra.
En el mundo anglosajón la propina no es eso, es algo completamente diferente; y esto hace que por este desconocimiento, con frecuencia los cazadores españoles queden como “tacaños” a los ojos de los profesionales de los Safaris.
Cuando estamos haciendo una previsión de gastos para un Safari, la partida de las propinas deberíamos tenerla contemplada desde el principio, como una partida más, igual que el gasto del billete de avión.
2/ Para que se dan las propinas en un Safari
Las propinas son un medio de favorecer que los trabajadores den un buen servicio a los clientes. Es algo que el trabajador (ya sea un PH, un nativo que actúa de pistero, o una cocinera) debe relacionar el importe recibido en la propina con la mejor/peor atención que ese cliente ha recibido durante su estancia.
El PH nos guia en la caceria y su buen hacer es quien nos dara la clave del exito
Es por esto que la propina es algo frecuente, esperado por parte de los trabajadores, pero en ningún caso debe ser algo impuesto por la organización (la empresa de Safaris nunca debiera forzar al cliente a darlo). Asimismo el importe debería ser directamente proporcional al grado de satisfacción que el cazador tenga con los servicios prestados por esos trabajadores. Como clientes no deberíamos aceptar que la empresa organizadora nos impusiese el importe de las propinas o que nos las pusiese en nuestra factura como una partida fijada… la propina la damos nosotros, y del modo que queremos.
Si un cliente se va algo triste al finalizar su safari porque no ha podido tirar un Waterbuck que tenía contratado, pese a estar buscándolo durante días… pudiera ser que la propina de su cazador profesional (PH) fuese algo menor, ya que pensase que no se ha esforzado lo suficiente; pero si ha comido bien, y su alojamiento estaba impecable… la propina que reciba el personal del campamento no debiera verse afectada.
3/ Porqué es importante
El salario de los cazadores profesionales (PH) y del personal del campamento (cocineros, despellejadores, limpieza…) no es demasiado elevado; todo ellos cuentan con recibir propina de los cazadores como un complemento básico de sus salarios.
Cuando se esta realizando caza peligrosa normalmente las propinas para todo el equipo son mayores
En la esperanza de conseguir una buena propina del cliente, cada uno de ellos se esfuerza al máximo para dar lo mejor de sí mismos de modo que el cazador tenga la mejor experiencia posible durante su Safari en África, y que reciba el mejor servicio posible.
El sistema de las propinas en los Safaris ha funcionado durante muchísimos años, y ciertamente ha sido un modelo exitoso, ya que en este ámbito laboral, realmente ha cumplido su función. Los cazadores están allí por periodos cortos de 7-14 días, y los trabajadores saben que si se esfuerzan duro esos días, la recompensa es muy inmediata, el premio es muy cercano… y eso es una zanahoria que hace que todo funcione mucho mejor.
Si por una causa grave justificada decidimos no dar una propina a alguien al finalizar el safari, lo lógico es que demos nuestras propinas al personal que ha trabajado bien, y que de manera aparte expliquemos al dueño de la finca o a quien esté a cargo del campamento, que hemos decidido no dar propina a cierto trabajador por la razón que nosotros consideremos.
4/ Cuando dar las propinas
En el mundo anglosajón las propinas se dan al final; esa es la regla general, porque es cuando ellos la esperan, y es cuando el cliente tiene un balance completo de cómo ha resultado su Safari.
Yo tengo una teoría diferente, y es que yo suelo dar un porcentaje pequeño de las propinas durante el safari, en moneda local. Yo siempre me hago con unos cuantos billetes pequeños en Rands, que al cambio son prácticamente nada, y los uso como pequeños incentivos durante el Safari, hacia el personal de servicio. Si un pistero me encuentra un animal herido, si un skinner está despellejándome una cebra… prefiero dar una pequeña propina que hace que estén más por la labor de trabajar bien. En mi opinión eso siempre ayuda a que trabajen más ilusionados.
Independientemente de que haya dado aquí y allá algunas pequeñas propinas, eso no quita para que haya que dar igualmente la propina al finalizar el safari.
5/ La propina que no cuesta dinero
Mi madre siempre me decía “las buenas palabras son gratis” y que razón tenía. Y es que en cualquier lugar del mundo quien trabaja para nosotros agradece que se le trate bien y con una sonrisa. Se pueden dar órdenes, se puede exigir que trabajen bien… y todo se puede pedir con una sonrisa y con educación.
En general el cazador español es excelente en esta faceta, frente a los cazadores de otras nacionalidades, que tienen fama de secos y que no confraternizan con los equipos. Una petición de cualquier tipo, acompañada de una sonrisa… siempre es mucho más suave.
No es solo una cuestión económica. La realidad es que las personas que “caen bien” a los equipos del campamento, por su simpatía, por su educación o por su amabilidad, normalmente son las que obtienen un mejor servicio durante la cacería, y con ellos los equipos de caza se alegran sinceramente si el cazador obtiene los trofeos que busca.
6/ Presentes
Es habitual llevar algún presente para la esposa del propietario de la finca, o un cuchillo para el dueño, o puros… este tipo de presentes que se dan al llegar no deben confundirse con la propina, y no excluyen de la propina que los equipos esperan al final del safari.
Es más, si el propietario de la finca es quien nos hace de PH, y nos guía en nuestra cacería, hay que tener presente que él espera recibir una propina por el trabajo de guía de caza realizado. Para nuestra mentalidad, esto es impensable, porque vamos a dar una propina a una persona que tiene una posición económica completamente acomodada, quizás mejor incluso que la nuestra… pero ellos esperan recibirla.
También en ocasiones se puede llevar tabaco de liar, o algún regalo menor para los pisteros o los skinners, que se entregan al llegar. Este tipo de obsequios son siempre bien recibidos, pero igualmente hay que remarcar que a los ojos de ellos no tienen nada que ver con la propina que deben recibir al final del Safari por su trabajo realizado.
7/ A quien dar propina
Básicamente la respuesta es… casi a todos los miembros del equipo. En mayor o menor cantidad, pero todos ellos esperan recibir algo de los cazadores.
Los trackers realizan un trabajo imprescindible para los cazadores
La propina más sustanciosa, y la que es más lógica es la que se da a tu Cazador profesional (PH) que ha estado estos días a tu servicio, y que ha usado todo su conocimiento y habilidad para conducir tu cacería con éxito.
El segundo grupo, que están directamente relacionados con los cazadores son los pisteros y los despellejadores. Estos suelen recibir una propina menor que la del PH principal.
No debemos olvidar al personal de servicio del campamento, que muchas veces no vemos tan directamente (cocina, limpieza, conductores, etc…). En estos casos se suele dar una cantidad general a quien esté a cargo del campamento para que la reparta entre el equipo de manera justa. Los porcentajes que recibe cada uno suelen estar ya prefijados para que no haya problemas.
Si la cacería es en un área publica (como un Parque Nacional) y requiere de la presencia de un Game Guard (un guarda del parque), que normalmente no colabora en nada, y nos acompaña como un mirón… a pesar de que él es un funcionario público con un sueldo es costumbre darle también una pequeña propina por su inestimable “ayuda”.
8/ La pregunta del millón es cuanto
Y ahora viene la parte más difícil… cuanto dar de propina, para estar en una línea digna y no parecer un tacaño a los ojos de las personas que han estado esforzándose durante los últimos días en que nuestra experiencia en África sea lo más satisfactoria posible.
Un modesto billete de 20 rands es un incentido para agradecer un pistero que te ha encontrado un amimal herido, o una limpiadora que te trae la ropa planchada
El primer punto a explicar es que el importe que demos de propinas debiera estar directamente relacionado con el nivel de satisfacción que tengamos como clientes por los servicios recibidos. Si damos unas horquillas orientativas, deberíamos estar en la parte alta o en la baja de la horquilla sugerida dependiendo del nivel de satisfacción que tengamos.
La propina para el cazador profesional, si fuésemos a la ortodoxia anglosajona estaría entre el 5% y el 7% del valor total de la caza abatida. La realidad es que un cazador profesional en un safari de antílopes considerara baja una propina inferior a 150€ por una semana de trabajo, y considerara muy generosa una propina de 300€. Pero lógicamente si estamos dos semanas y hemos tirado 25 animales con éxito… el PH esperara más propina por los servicios prestados.
Las propinas para el personal auxiliar y de servicios suelen estar entre 50€ y 150€ dependiendo de cuantas personas son, y de cómo han trabajado para el cazador durante el safari. En ocasiones si durante todo el safari se ha tenido un pistero exclusivo para nosotros se le puede dar una propina de 20-30€ a él personalmente.
En el caso de que se realice un safari de caza peligrosa, es normal que el personal que está involucrado directamente en la caza, tenga una propina mayor, al haber realizado una actividad de riesgo, y estar protegiendo nuestra vida con sus servicios profesionales. Si algo sale mal… él es quien está ahí para protegernos del eventual ataque del animal.
9/ Conclusión
La propina en el mundo de los Safaris no es algo opcional, si el transcurso del safari es correcto, lo normal es que el cazador deje una propina a los que han estado trabajando para él durante los días que ha durado el Safari. Los que lo reciben así lo esperan y lo entienden como parte de su salario.
El importe de la propina debera ser proporcional al nivel de satisfaccion del cliente
La empresa de caza no debe forzar al cliente a dejar una propina determinada, ni incluirla en su factura; es el cazador quien debe darla libremente. Es preferible darla en las manos de quienes queremos que las reciban que darla a un montón general para que sea repartida por la empresa.
No debemos limitarnos a dar propina al cazador profesional que nos ha guiado, ya que los nativos y el personal auxiliar y de servicios, también esperan que se les dé una propina por su trabajo.
Los regalos, presentes hacia el personal del campamento, tabaco, etc… son cosas diferentes, que nada tienen que ver con la propina. Si decidimos llevar algo de esto no debe afectarnos al cálculo de la propina final a entregar.
El importe debe ser variable dependiendo del grado de satisfacción que hayamos tenido en nuestro safari, pero si no hay un desastre deberíamos tener previsto desde un principio dejar una propina al equipo. Un equipo satisfecho por una propina justa nos recibirá con los brazos abiertos la próxima vez que visitemos el campamento.
Nos vemos cazando en África
José María Aranda
www.spitskopsafaris.com
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